Los reyes ya están en Italia. Tras acudir al funeral que ayer se celebró en valencia para rendir homenaje a los fallecidos por la DANA, su agenda marcaba un viaje internacional al país trasalpino. Se trata del segundo viaje de Estado que Felipe VI y Letizia realizan desde que ascendieron al trono en 2014 y recorrerá Roma y Nápoles. La agenda incluirá diversos actos acompañados del presidentes de la República, Sergio Mattarella, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. También está previsto que se celebre una cena de gala que Mattarella ofrecerá en el Palacio del Quirinal.

Una de los aspectos más esperados de estas cenas de gala es el atuendo que lucirá la reina, incluida la tiara que podría llevar, según indica protocolo, y que ya ha llevado en otras ocasiones en otros viajes de Estado. Por ejemplo, en Dinamarca en 2015 y en 2023 o en la ceremonia de entronización celebrada en el Salón de Estado del Palacio Imperial de Tokio, en 2019.

Son siete las tiaras que Letizia tiene a su disposición y le hemos visto algunas en los años que lleva formando parte de la corona. Estas ocasiones son el momento perfecto para que Letizia saque de su lugar de reposo las joyas de pasar. Le hemos visto luciendo la tiara de flor de Lis,  la tiara floral de Mellerio, que es su preferida, la impresionante tiara rusa o la tiara de Cartier o la que le regaló el rey Felipe en 2006.

Sin embargo, hay una razón de peso por la que durante este viaje, la reina no lucirá este tipo de piezas de joyería. Este motivo se remonta a cuando era la reina Sofía la que ostentaba el papel institucional que ahora ejerce ella. La reina emérita tomó una decisión que hasta ahora ha seguido la actual reina consorte, se ha instaurado como regla no escrita y consiste en que los miembros de la corona española no utilizan ninguna de las diademas del joyero de pasar en países no monárquicos, como es el caso de Italia.

A esto se une que las cenas de gala que organiza Italia no tienen nada que ver con la pompa que implican estas citas en el caso de la casa real inglesa o la sueca. Se trata de cenas formales con etiqueta estricta, pero cuyo protocolo es más sencillo, por lo que además de la ausencia de tiaras tampoco se suelen ver otras joyas de gran valor como los barrocos collares que poseen algunas casas reales.

El primer compromiso de los Reyes será un encuentro con la Asociación de Hispanistas italianos en Roma, con motivo de su 50 aniversario. Después está agendada una reunión con representantes de la comunidad española que vive en el país transalpino. El miércoles será el día en el que se concentrarán más actos. Los reyes serán recibidos oficialmente por el presidente, Sergio Mattarella, y su hija Laura , como primera dama, en el Palacio del Quirinal en Roma.

Después, el rey se reunirá con el jefe de Estado italiano. Este día Felipe VI y Letizia almorzarán con la presidenta del Consejo de Ministros, Giorgia Meloni. Y por la tarde el rey se dirigirá a los parlamentarios italianos en una sesión conjunta de la Cámara de los Diputados y el Senado italianos. Tras esto el jefe de Estado español se encontrará con el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri y después, junto a Letizia, acudirán de nuevo al Palacio del Quirinal para asistir a la mencionada cena de gala.

El jueves será el día que pongan fin a su periplo llevando a cabo agendas separadas. El rey mantendrá una reunión con empresarios italianos y españoles y, posteriormente, inaugurará el foro empresarial España-Italia.Letizia, como embajadora especial de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con sede en la capital italiana, se encontrará con el personal español de esta organización.

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