El palacio de Quirinal, residencia del presidente de la Republica Italiana, en Roma ha acogido esta noche uno de los eventos más esperados de la visita de Estado de los reyes de España, Felipe y Letizia, al país trasalpino. A las ocho se ha celebrado una cena de gala que Sergio Mattarella ofrece en honor del soberano y su esposa. Junto al mandatario ha estado presente su hija, Laura, en calidad de Primera Dama, un título que ostenta en este tipo de actos tras la muerte de su madre en 2012. La esposa del rey conocer bien a la hija del político, que es abogada de profesión, pues se han encontrado con ella en otras ocasiones. 

Las características de la cena han dado lugar a que las mujeres vistan con elegantes atuendos de largo, pero en esta ocasión no hemos visto a la reina Letizia con una de las siete tiaras que tiene a su disposición. Y es que hasta el momento la esposa del rey Felipe ha seguido la pauta no escrita de su suegra, la reina Sofía, quien instauró no llevar este tipo de joyas en países que no tuvieran una monarquía. 

La reina Letizia ha optado por un vestido de Max Mara con falda de raso de tela satinada cortada al bies y sin mangas en color azul marino cuyo precio ronda los 600 euros que ha combinado con pulseras de estilo brazalete y unos pendientes largos negros de lágrimas de la firma suiza De Grisogono.

Este ha sido el tercer look de la reina en la capital italiana, tras aterrizar con un impoluto estilismo en blanco y abordar la jornada de hoy con un look monocolor de corte clásico, de aires ochenteros firmado por Carolina Herrera. Aunque la reina Letizia suele apostar en sus viajes al extranjero por diseñadores del país que la recibe, en esta ocasión ha sido fiel a la venezolana, una de sus diseñadoras preferidas.

El conjunto se compone de una chaqueta entallada con unos bordados y una voluminosas mangas. Se acompaña por una falda lápiz que cubre sus rodillas. Sin embargo, parece que este no era el diseño original, pues es una propuesta modificada que pertenece a la colección otoño-invierno de 2024 de la casa venezolana. El original llevaba unas bermudas en vez de una falda y las mangas tenían más volumen.

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