Los reyes han vuelto hoy a Cuenca, una ciudad muy especial para ellos, porque fue una de las que visitaron durante su luna de miel hace 20 años. Ahora, han llegado para cumplir uno de sus últimos compromisos del año. El rey Felipe y la reina Letizia han participado a las once de la mañana en la inauguración del nuevo Hospital Universitario y, después, han visitado el Ayuntamiento en la Plaza Mayor. Para esta ocasión la reina sigue fiel a su propósito de hacer del traje chaqueta un uniforme, y ha estrenado un nuevo dos piezas, de una marca que desde hace meses está adquiriendo mucha popularidad en España. De hecho, el pasado día 5 de diciembre reabrieron local físico en Madrid y ya la han lucido celebrities como Tamara Falcó y Sassa de Osma.

En concreto, la reina ha elegido un traje de color rojo, uno de sus tonos preferidos, pues la viene acompañando desde que comenzó con sus funciones institucionales en Casa Real. Ha escogido el modelo Christie de la marca francesa Sézane, un conjunto que se vende por un precio de 175 euros. Se trata de un traje que revisita la estructura típica de este dos piezas para dotarla de un aire más innovador. Así, se compone de un pantalón ancho con raya marcada y dos bolsillos exteriores sobre la zona de la cadera que se cierra con un par de botones y se acompaña de una chaqueta con doble botonadora y cierre cruzado que también está diseñada con bolsillos, en este caso invisibles.

El color rojo que ha escogido la reina, es el llamado 'rojo invierno', una subtonalidad más oscura y más fría de lo normal que le da un punto cereza muy apropiado para la época navideña. También ha innovado respecto a la combinación, pues ha huido del socorrido negro para apostar por un tono beis en el resto de elementos del look. Debajo del traje se puede ver una camisa en tono champán, con los botones ocultos tras una tapeta. El mismo color lo escoge para unos botines de antes con un mínimo tacón cuadrado y también ha rescatado un bolso vintage de la firma española Adolfo Domínguez, un modelo rectangular acolchado con cadena que estrenó en abril de 2013 y se lo hemos visto en otras ocasiones.

También llama la atención su maquillaje y es que con este conjunto procede, más que nunca, si cabe, un truco que Letizia aplica en muchas ocasiones. La reina juega con el círculo cromático y es muy asidua a escoger la sombra que aplica tanto en el párpado superior, como en el inferior, en un color burdeos en vez de en tono marrón o cobre. Este color es el tono opuesto al verde de sus ojos y con esto lo que consigue es resaltar el pigmento de sus pupilas.

Durante este viaje, los reyes vuelven a esta ciudad, que fue una de las que visitaron tras casarse. Allí, los entonces Príncipes de Asturias daban comienzo a un espectacular viaje de novios, que les llevaba a recorrer también Albarracín, Zaragoza, Sos del Rey Católico, Olite y San Sebastián. Letizia y Felipe llegaban a Cuenca el 23 de mayo de 2004, justo el día siguiente de su boda, en su coche privado y vestidos con ropa informal. Una imagen que ha cambiado mucho a lo largo del tiempo, y es que se hace bastante notable lo mucho que ha cambiado el estilo de la reina con el paso del tiempo.

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