La infanta Elena cumplía ayer, 20 de diciembre, nada menos que 61 años. Pero, a diferencia del año pasado, cuando se animaba a reunir a toda la familia real en un restaurante de Madrid, esta vez no han trascendido muchos detalles respecto a cómo tenía pensado pasar el día o celebrarlo. Al menos, hasta ahora, cuando hemos podido ver las primeras imágenes de la hija de los reyes eméritos en su gran día, en las que se muestra muy relajada y feliz.

A primera hora de la mañana, según detallan en Europa Press, la infanta abandonaba su domicilio para dirigirse al trabajo, y aprovechaba para saludar muy sonriente y cariñosa a los reporteros allí presentes y que estaban esperándola. Y es que la hermana de Felipe VI pasó un día muy tranquilo, ya que después de ponerle fin a su jornada laboral en Mapfre, aprovechaba para dar las gracias a la prensa por sus felicitaciones.

Así, se marchaba muy sonriente en su coche, aunque todo parece indicar que pasó el día como cualquier otro y sin ninguna celebración especial de por medio. Algo, que dista mucho de la forma en la que decidía festejarlo el año anterior, con un verdadero cónclave de los Borbón en el que no faltaron ni siquiera los reyes Letizia y Felipe.

Esta vez, parece que la infanta ha optado por un plan mucho más discreto, y seguramente haya preferido celebrarlo en la intimidad junto a sus hijos, Victoria Federica y Froilán, a los que está muy unida. Justo a principios de diciembre, veíamos a los tres derrochar complicidad y disfrutar de un plan en familia durante el festival taurino que tuvo lugar en el Palacio Vistalegre. Y, a pesar de que en cierto modo sigue vinculada a la Casa Real, desde hace tiempo que la primogénita de Don Juan Carlos y Doña Sofía prefiere mantenerse en un segundo plano.

Tal y como explica Laurence Debray (íntima amiga y biógrafa del emérito) en un reportaje especial para '¡Hola!', la infanta "sabe que su simple presencia ayuda, pero no lo hace para atraer la atención mediática, lo hace por pura empatía y devoción", detallaba al respecto. "No sé como soporta ese ritmo y, más aún, lo hace de buen humor", añadía. Sin embargo, y a pesar de llevar tiempo distanciada de Zarzuela, la infanta sigue "sujeta a los dictados de Casa Real" e incluso estaría obligada a dar explicaciones de cada uno de sus movimientos. Una situación que habría provocado cierto distanciamiento con el rey Felipe, según el portal 'Infobae'.

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