La despedida de la princesa Leonor en el puerto de Cádiz, antes de partir a bordo del Juan Sebastián Elcano, ha estado llena de emoción. Los reyes han llegado muy puntuales al puerto de Cádiz, donde han subido a bordo del buque y han sido recibidos al grito de "Sus Majestades, a bordo" y con el himno de España resonando de fondo. La reina Letizia ha optado esta vez por un look de marca española, un traje en tono azul marino con el que también podría haber rendido cierto homenaje al propio uniforme de la Armada Naval que luce su hija. Aunque, sin duda, ha sido la espectacular diadema dorada que lucía en su cabello, la que ha conseguido captar todas las miradas casi desde su llegada.

A pesar de que la despedida entre los reyes y su hija ha sido completamente privada (según habrían pedido, para así tener un momento de intimidad en familia), la emoción se ha palpado en el aire, sobre todo en el momento en el que las familias han dicho adiós a sus hijos entre abrazos y lágrimas. Durante los escasos 20 minutos que han tenido los reyes, igual que el resto de padres, para abrazar a la princesa y desearle lo mejor durante su travesía, han podido recorrer el buque y ver el camarote donde Leonor vivirá durante los próximos 6 meses. Camarote, que cuenta con cuatro literas y compartirá con otras tres compañeras, igual que el baño.

Durante este tiempo, el Juan Sebastián Elcano recorrerá al menos 8 países y la heredera recibirá una exigente formación, desde clases de navegación, astronomía y meteorología, hasta las actividades propias de la Armada Naval. De esa forma, no cabe duda de que la despedida ha sido de lo más emotiva, y la reina Letizia no ha podido esconder la emoción.

Una vez que los guardiamarinas ya han dicho adiós a sus familiares, los reyes también han abandonado el buque, mientras que los jóvenes volvían a sus puestos y se han dispuesto a zarpar. Ha sido entonces cuando ha llegado el momento más emotivo de la mañana, y las lágrimas han empañado el rostro de la reina, que hasta le ha lanzado un beso al aire, mientras que la mirada del rey Felipe al ver zarpar a su hija, lucía llena de orgullo. Seguramente, han sido muchos los recuerdos que le habrán embargado, ya que hace 38 años, él se encontraba en la misma situación. Una experiencia, que según destacaba durante la Pascua Militar, "es un aprendizaje y desafío permanente".

La ministra de Defensa, Margarita Robles, quien también ha estado presente en el acto, ha declarado que "ha sido muy emotivo". "Es un día que estamos todos muy emocionados y es un día muy importante para la Princesa. Es un orgullo verla y a mí como mujer me ilusiona verla hoy aquí con el uniforme de la Armada", ha destacado respecto al importante papel que tiene Leonor.

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