El pasado 8 de enero, Leonor embarcaba en el Juan Sebastián de Elcano para continuar con su formación militar. Este sábado, además, la princesa se despedía en el puerto de Cádiz antes de partir de sus padres, Felipe y Letizia, que al grito de "sus majestades, a bordo" subían al buque escuela de la Armada visiblemente emocionados por el comienzo de la nueva etapa de su hija. Junto a los anteriores también estuvieron los setenta y cinco guardiamarinas que compartirán el recorrido por al menos ocho países y durante seis meses al lado de la futura reina de España.

El crucero de instrucción del buque escuela de la Armada alberga, en su 97 viaje que finalizará en julio de este mismo año en la misma ciudad de la que ha partido, a un total de 67 hombres frente a las nueve mujeres que continuarán su formación a bordo.

Entre los miembros de la tripulación destaca la presencia del alférez de navío y único británico Joseph Bertelsen, licenciado en biología marina en West Sussex, graduado en el Britannia Royal Naval College de Dartmouth y que ingresó en la Royal Navy en 2023. Aunque domina el español tras haber viajado como mochilero por Sudamérica, con su pertenencia al grupo también se convertirá en el encargado de impartir clases de inglés y, del mismo modo, ejercerá como embajador de la Armada británica hasta su regreso a Reino Unido, su país de procedencia donde continuará su carrera militar.

Junto al anterior, así como con el resto de sus compañeros a los que ponemos cara gracias a las imágenes que la propia casa real ha sacado a la luz, la princesa ya dejó evidencia de su conexión durante el embarque, instante en el que compartió una actitud desenfadada y amigable con todos ellos y con quienes continuará estrechando lazos a lo largo de 18 mil millas náuticas, en su recorrido por Brasil, Uruguay, Chile, Perú, Panamá, Colombia, República Dominicana y Estados Unidos.

Durante su estancia en Elcano, Leonor no contará con escoltas y dormirá en el mismo camarote que otras tres compañeras. Pasadas las 6:30 horas de la mañana comenzará su rutina con un desayuno, al que seguirán las clases y actividades hasta el mediodía. La comida tendrá lugar cada día sobre las 13 horas.

Posteriormente, las maniobras continuarán hasta las seis de la tarde, hora en la que contará con tiempo libre hasta la cena. A las 22:30, la nieta de los eméritos despedirá cada jornada hasta el día siguiente.

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