Leonor se está teniendo que hacer a paso acelerado a la vida en alta mar. Desde que el buque escuela Juan Sebastián Elcano abandonara Gran Canaria inició su etapa en la mar más larga. Serán 22 días los que la tripulación pase en el barco hasta tocar tierra firme de nuevo y en concreto lo harán en Salvador de Bahía, Brasil, el 14 de febrero, previsiblemente si la mar y la meteorología lo permite. Mientras tanto, mañana alcanzarán 20 días de travesía desde que el barco zapara de Cádiz un tiempo suficiente para hacerse a los hábitos y tradiciones de la vida de los marinos. Entre ellas, en este viaje hacia Brasil tendrá una de las más divertidas, la ceremonia del paso del ecuador.

Esta costumbre dicta que se debe bautizar a aquellos tripulantes que transitan por primera vez esta línea imaginaria del globo terráqueo. Es una curiosa celebración en la que aparece Neptuno, el rey de los mares y los océanos en la cultura clásica para realizar este bautismo a los principiantes. Esto se lleva a cabo de la siguiente manera, un miembro de la tripulación se disfraza y se sienta en el trono de esta deidad con tridente incluido. El dios Neptuno va acompañado de una comitiva de marineros, guardiamarinas y oficiales debidamente ataviados para ser reconocidos como parte de la corte del dios del mar.

La llegada de este dios y su corte supone toda una revolución en el navío, pues Neptuno y su séquito ponen el barco patas arriba dando lugar a un intercambio de galones. Así, los cocineros se hacen con los de los oficiales, estos pueden ostentar los de marineros de máquinas y los guardiamarinas, como Leonor y sus compañeros podrían intercambiar los suyos por los de cualquier otro rol. Y la actividad no acaba ahí, sino que durante unas horas este intercambio de galones implica también un intercambio de funciones.

Durante esta especie de 'performance' se va llamando a todos los nuevos para llevar a cabo el bautizo con una fórmula que se prepara a base de aceite y colorante. Además, los protagonistas de este acto tienen que 'pagar un tributo' y ofrecer un mechón de pelo que corta algún miembro del séquito del dios del mar.

Esta jornada se convierte en uno de esos días festivos en los que el personal del barco dispone un menú especial en la cubierta para todos los miembros de la tripulación del Elcano. Este almuerzo consiste en un aperitivo denominado "meridiana" y la tradicional paella. A veces también se acompaña de otros manjares como sardinas. Cuando se considera que Neptuno ha cumplido con su labor, la embarcación recupera la normalidad.

A la princesa Leonor no le va a dar tiempo a aburrirse porque además de la instrucción, el navío cuenta con numerosas actividades a bordo. Una vez a la semana se organizan conciertos de música a cargo de la banda compuesta por militares, competiciones de juegos y semanalmente la preparación del informativo Tele Elcano. Este es un formato en tono de humor en el que participa toda la tripulación, desde el capitán a los guardiamarinas. En el mismo se recopilan situaciones cómicas que suceden en la travesía.

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