Alexandra de Hannover es la más desconocida de los hijos de Carolina de Mónaco y también la única que tuvo fruto de su matrimonio con Ernesto de Hannover. La expareja hace tiempo que separó sus caminos y hace vidas cada uno por su cuenta, aunque todavía permanecen casados. 

La princesa siempre ha demostrado tener una relación ideal con sus hermanos mayores y no solo los Casiraghi, también los hermanos que tiene por parte de padre han estado ahí para ella. Alexandra se lleva a las mil maravillas con Ernest y Christian, y también con las esposas de estos, pero sobre todo tiene una cercana relación con Sassa de Osma, la mujer de Christian. 

La empresaria peruana y el hijo de Ernesto de Hannover se casaron por la iglesia en 2018 en Lima (aunque el año anterior ya habían organizado en Londres una boda civil), una celebración que reunió a las familias y amigos de ambos y en la que Alexandra tuvo un papel destacado, dejando entrever esa relación entre cuñadas que con el tiempo han ido fortaleciendo. 

La de Sassa y Christian fue una de las bodas del año, nadie quería perderse el enlace de esta pareja y todas las miradas se pusieron en ellos, sobre todo en ella, esperando a ver, entre otros detalles, el vestido que la joven había escogido para su gran día. La elegancia de Sassa es una de las cualidades que siempre se destaca de ella en los eventos a los que acude, así como su educación y saber estar, y nadie quería perderse el momento en el que el gran misterio de todas las bodas quedara al descubierto. 

Ese momento vino acompañado de otro detalle extra y es la gran relación que Sassa y Alexandra tienen, porque la diseñadora reservó para su cuñada una de las funciones más importantes para toda novia, la princesa fue una de las encargadas de que la cola del vestido luciera perfecta en todo momento. Un gesto que puede parecer sencillo, pero que esconde un gran cariño por parte de ambas. 

Con el tiempo este gesto ha dado paso a otros igualmente importantes que han ido fortaleciendo esta amistad, algo que se ha podido ver tanto en sus redes sociales como en la prensa. Alexandra no ha dudado en apoyar a Sassa en su carrera como diseñadora de bolsos, luciendo algunos de ellos cuando ha tenido ocasión y acompañándola en el momento de la presentación de la nueva colección. 

No solo han compartido tiempo por trabajo, también aprovechan los momentos que pueden para verse y ponerse al día. Una visita de Sassa a París fue la excusa perfecta para disfrutar de un emblemático café de la ciudad del amor junto a su cuñada, compartiendo en Instagram algunos de los momentos y definiendo a Alexandra como su ‘hermana pequeña’. No hay duda de que entre ellas hay una gran complicidad y muchas cosas en común, puesto que cualquier excusa es buena para reunirse y disfrutar de la mutua compañía.

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