El pasado domingo 9 de marzo la princesa Leonor y sus compañeros guardiamarinas partieron de Montevideo a bordo de Elcano en dirección a Punta de Arenas, Chile, donde llegarán el próximo día 20. Este 11 de marzo, además, se cumplen dos meses desde que la princesa se embarcó en el buque escuela y parece que tantas semanas en alta mar le están pasando factura.
Fue el jefe de Relaciones Públicas de la Armada Nacional de Uruguay, Alejandro Pérez, quien tal y como recoge 'El cierre digital', informó de que la princesa Leonor habría experimentado "problemas de adaptación al entorno marítimo" que habrían complicado su travesía. En el citado medio se señala, además, que no sería la primera vez que los sufre. Ahora, 'Monarquía Confidencial' ha confirmado también los medias que la primogénita de los reyes estaría poniendo para combatir estos inconvenientes.
El citado cargo de la Armada Nacional de Uruguay -última parada que ha hecho el bergantín goleta antes de volver a alta mar- añadió en 'El cierre digital': "Ha tenido problemas de adaptación con el tema del viaje. Está teniendo dificultades significativas relacionadas con los mareos típicos de la vida en alta mar y náuseas que está experimentando". Ante esto, según 'Monarquía Confidencial', que refiere fuentes cercanas a Zarzuela, la princesa de Asturias ha vivido una mala travesía hacia Uruguay, en la que ha tenido que hacer frente a las náuseas y los mareos mediante consumo de algunos medicamentos y una adecuada hidratación.
Las mismas fuentes amplían la información: “Físicamente, su cuerpo todavía no se ha adaptado y está experimentando síntomas normales” y apuntan el motivo de la importancia de beber agua: “También hay que tener en cuenta que una correcta hidratación permite afrontar las exigencias de un entrenamiento tan riguroso en alta mar”. Tal y como señalan en este medio a bordo, beber agua no es solo una cuestión de bienestar, sino que es vital para la seguridad.
"Las condiciones de alta humedad y exposición constante al sol pueden llevar rápidamente a la deshidratación, situación que puede afectar el rendimiento de los cadetes e incluso poner en riesgo su salud", deslizan. Por este motivo, tanto Leonor como sus compañeros siguen unas estrictas pautas en cuanto al agua que beben que velan porque ya sea a través de botellas personales o mediante agua tratada disponible en el barco, beban suficiente cantidad de este líquido. Esto se lleva de manera tan rigurosa que los superiores llevan a cabo revisiones sobre la hidratación de los guardiamarinas, pues síntomas como los mareos o la fatiga, pueden entrañar un peligro en este entorno tan concreto.
Estos inconvenientes no son los primeros que habría experimentado la princesa Leonor, pues según 'Monarquía Confidencial' su parada en Brasil tampoco estuvo exenta de molestias, pues estuvo afectada levemente por el llamado 'mal de tierra'. Este trastorno consiste en experimentar sensaciones como vértigo y desequilibrio que pueden producirse después de un período de exposición al movimiento del barco en el mar
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