Sin que estuviera programado en su agenda oficial, el rey Felipe se desplazó a Valencia el miércoles 19 de marzo, en una de sus fechas más especiales, las Fallas. Además, para la visita escogió una de las localidades más afectadas por la DANA que le quedaba por visitar, Torrent, tras haber estado en otras como Paiporta o Utiel. El rey presidió una corrida de toros -pañoleta fallera incluida- y pudo charlar también con las falleras mayores de la localidad. Tras todo ello, hizo un alto en el camino para almorzar junto a su equipo de seguridad en Aldaia, una localidad vecina. Para escoger el local donde ha parado a comer ha seguido un patrón que ya había puesto en práctica su esposa la reina Letizia y es que ha querido dar visibilidad a un restaurante afectado por la DANA, tal y como hace la reina con muchas marcas de moda de la zona de la catástrofe. Ahora, se han conocido más detalles sobre la para en este local.

El local escogido fue 'Alacena Restaurante, un local especializado en arroces que regenta Andrés José Jiménez Núñez. Según recoge el diario 'Las provincias', el monarca se ha interesado por la situación del empresario hostelero, que ha podido abrir las puertas del restaurante tras estar un mes y medio cerrado por los efectos de las inundaciones de octubre. Jiménez también ha destacado la actitud del jefe de Estado: "Más cordial y cercano no ha podido ser. Quería comer como un cliente más al lado de los demás comensales sin ningún trato especial, y eso es lo que ha hecho", ha declarado en el medio local.

El restaurador ha comentado que fue hace una semana cuando aproximadamente se puso en contacto Casa Real con ellos, pero casi nadie conocía la noticia: "Nos pidieron discreción y no le hemos dicho nada a nadie. Somos un equipo y mis empleados me han demostrado que yo no soy nadie sin ellos". De la misma forma, ha resaltado lo que supone esta visita para él: "Que venga a comer el rey a mi restaurante es un orgullo y un auténtico placer tanto para mí como para mi equipo".

También ha comentado lo que le solicito desde la corona en esa llamada previa: "Cuando me llamaron de la Casa Real hace una semana no me pidieron ningún trato especial ni comedor privado ni nada por el estilo. Todo lo contrario... Querían dos mesas para once personas y han comido como cualquier otro grupo de clientes". Jiménez subraya la normalidad de la visita y algunos detalles de los platos que saboreó el rey y su comitiva: "No he tenido que comprar ningún género especial. No le puedo decir el menú, porque no he pedido permiso a la Casa Real, pero han degustado dos arroces y no han puesto ninguna pega en la hora y media que han estado en el restaurante", dice Jiménez.

Estas mesas se prepararon en el comedor en el que a diario almuerzan los clientes habituales del restaurante, con los que ha interactuado: "Se ha fotografiado con todas las personas que se lo han pedido", afirma el propietario del restaurante, y es que esto también lo hizo durante su última visita con Letizia. "Había unos cuarenta clientes comiendo, y la mayoría eran habituales. La verdad es que han sabido comportarse, porque muchos no querían molestarlo mientras comía, pero el rey ha estado muy atento con todos los que se acercaban a él", detalle el empresario de Aldaia.

Tanta ha sido la discreción del empresario que ni el edil de la localidad donde está el restaurante sabía de la real visita. "El alcalde ha venido cuando le han informado, pero ha sido después". El hostelero tampoco tiene idea de quién ha podido recomendar su negocio al rey: "No tengo ni idea. Quizás ha sido por el tipo de comida valenciana y manchega, porque el local tiene buenos accesos y les pillaría de paso en su apretada agenda. O por otros motivos que desconozco".

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