Las bodas son la máxima exaltación del amor de una pareja, pero si hablamos de bodas de miembros de la realeza, el romanticismo parece elevarse aún más. Ahora bien, también el riesgo de aparentar un amor inexistente es más alto, ya que son enlaces en los que muchas veces influye más lo aparentemente conveniente que los sentimientos de la pareja.

La boda entre el actual rey de Inglaterra y lady Di se consideró la boda del siglo, el cuento de hadas perfecto, aunque ahora sabemos que ella estaba sufriendo por que Carlos en realidad no la quería a ella. Si pensamos en las bodas reales más románticas de la historia, nos encontramos con que en todas ellas siempre hay algo de inesperado, una concesión, un riesgo y, sobre todo, un amor recíproco que es imposible ocultar. Estas son nuestras favoritas.

Desde su boda, el 29 de abril de 2011, que fue seguida por millones de telespectadores, la pareja ha pasado por todo tipo de altibajos. Pero no hay duda de que el amor y la felicidad con que se dieron el “sí, quiero” era solo el comienzo de una relación sólida. Son padres de tres hijos y su nivel de popularidad en el Reino Unido es incuestionable. Para el recuerdo queda ese “Estás guapísima”, que William susurró al oído de Kate cuando la vio vestida de novia.

Fue la boda que nos sorprendió y enamoró por todo lo que implicaba. El entonces príncipe Felipe hacía público su compromiso con una mujer que nada tenía que ver con la realeza. Ella era periodista, independiente y republicana, pero lo que no consiga el amor… Les vimos mirarse embelesados y contener la emoción que les desbordaba aquel 22 de mayo de 2024. Llovía, pero la novia avanzó hacia el altar con su impecable Pertegaz, donde la esperaba el actual rey para convertir el sueño en realidad, hasta el día de hoy.

Su historia de amor parece el argumento de una película romántica al más puro estilo Hollywood. Allí, en la meca del cine, Grace era la actriz más deseada y una de las más famosas. Pero en la película de su vida dejó atrás los platós al enamorarse del príncipe Rainiero, con el que contrajo matrimonio el 18 de abril de 1956. Todo salió como estaba planeado, y el vestido de Grace, pagado por la Metro, aún hoy es considerado como uno de los más icónicos y recordados.

En principio, la boda de los actuales reyes de Inglaterra podría parecer aburrida. Además, está inevitablemente cubierta por la sombra de la inolvidable Diana de Gales. Pero si hablamos de bodas románticas de la realeza, puede que no haya habido ninguna como esta. El amor entre Carlos y Camila, con sus errores y aciertos, se ha mantenido durante más de 50 años, aunque lo tuvieran todo en contra. Su boda, el 9 de abril de 2005 fue por lo civil, cuando ambos tenían casi 60 años, y se celebró sin ningún tipo de alarde, dejando claro que lo único que importaba era el amor. 

Otra pareja que tuvo que hacer frente a todo tipo de impedimentos para pasar por el altar fue la formada por Haakon de Noruega y Mette-Marit. El escandaloso pasado de ella, sobre todo pensando en casarse con el heredero al trono, fue más que criticado: era madre soltera, había sido modelo y se había hecho público su coqueteo con las drogas. Pero Haakon no dudó en defender el amor que sentía por ella y su boda, celebrada el 25 de agosto de 2001 fue de lo más emotiva. El novio rompió a llorar de la emoción y ella no tardó en contagiarse, consiguiendo que la suya fuera una ceremonia inolvidable.

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