Ocho años han pasado desde la famosa foto de Juan Carlos de Borbón cazando elefantes en Botswana. Una polémica que nos permitió conocer a una mujer que asegura haber vivido una campaña de acoso desde entonces. Hablamos de Corinna Larsen, la íntima amiga del rey emérito. O al menos así lo fue hasta 2012, fecha en la que comenzaron a producirse una serie de "abusos" que ha decidido frenar poniéndolos en manos de la justicia.

"Tras ocho años de abusos, que también han ido dirigidos contra mis hijos, y dado que no hay final a la vista, no me veo con más opciones que tomar acciones legales", aseguró este fin de semana al medio británico Daily Mail.

En esta entrevista, la empresaria alemana apuntaba directamente contra el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Más en concreto a su exdirector Félix Sanz Roldán, del que promete haber sufrido presiones para que no filtrase "secretos de Estado" que estarían en su poder por su estrecha relación con el por entonces monarca.

Ahora, después de que la Fiscalía Anticorrupción haya solicitado a Suiza una supuesta donación de 65 millones de euros desde una fundación panameña vinculada a Juan Carlos I, parece que la denuncia de Corinna también irá dirigida al rey emérito. Así lo ha podido confirmar eldiario.es, que informa en exclusiva de la intención de la princesa de denunciarle de la mano del reputado abogado londinense James Lewis.

En la entrevista antes mencionada, Landen recuerda el episodio en el que el CNI entró en su habitación en el Hotel Connaught de Londres. "Tras la intrusión de los servicios secretos en mi habitación del hotel, yo estaba aterrada, especialmente cuando me amenazaron a mí y a mis hijos diciendo que no podían garantizar mi seguridad física", manifiesta.

Según ella, le recomendaron que se mantuviese en silencio a través de un correo anónimo en el que dejaban entrever que dar su versión ante los medios podría ser devastador para su imagen pública: "Yo me lo tomé como que destruirían mi reputación si no cooperaba. De hecho, esta amenaza se llevó a cabo con éxito".

No es la primera vez que Corinna pone sobre la mesa esta "campaña de descrédito". Lo hizo en 2018, cuando se filtró una conversación de la alemana con el comisario José Manuel Villarejo y el expresidente de Telefónica, Juan Villalonga. El comunicado con el que dio explicaciones al respecto planteaba una "motivación política" detrás de la publicación de estos audios.

También declaraba su intención de "continuar viviendo de forma tranquila, con independencia de los años de acoso constante y de los intentos de descrédito público que he padecido con un sinfín de información falsa". Pero, ¿qué relación tenía aquella polémica con la que nos ocupa hoy?

Por aquel entonces, el rey Juan Carlos se encontraba en el foco mediático por el caso Nóos. Su yerno aún no había entrado en prisión por malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias. "Yo estaba delante cuando el rey pedía dinero para Nóos, no distingue lo legal de lo ilegal", se escuchaba a la empresaria en los audios.

Una supuesta campaña orquestada por varias partes que ya planteó en la que fue su primera entrevista desde que su nombre ocupase las portadas de la prensa nacional. "Hablo ahora porque tengo que defenderme, ya que mi silencio se estaba malinterpretando. Estas serán las última declaraciones que haga, porque mi deseo es recuperar el anonimato", auguró sin saber lo que vendría después.