En países como Reino Unido, Japón o Canadá han aumentado los partidarios de la filosofía 'no tech' y existen incluso escuelas en las que las pantallas están completamente prohibidas, como en la London Acorn School. Esta filosofía considera que las tecnologías causan un impacto negativo en el desarrollo de la personalidad de los niños, y que no deben usarlas, en algunos casos, hasta los 12 años. Frente a esta idea, están los que defienden un uso controlado, pero en ningún caso aislar a los niños de la tecnología, ya que su influencia en el mundo es evidente.
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