Luis Alfonso de Borbón estaba destinado a ser rey de Francia. El hijo de Alfonso de Borbón y Dampierre, duque de Cádiz, y de Carmen Martínez-Bordiú y Franco siempre mantuvo la esperanza de algún día ocupar un lugar en el trono. Pero esto nunca podrá ser, ya que Francia es una República desde hace siglos, aunque sí es cierto que hay ciertos sectores que le consideran como el legítimo sucesor al trono.

A pesar de todo, Alfonso de Borbón siempre ha mantenido una muy buena relación con el país y, sobre todo, con su madre, por la guarda una gran adoración. Lo mismo le sucede con su bisabuelo, Francisco Franco, de quien sacó sus restos de la Basílica Pontificia de la Santa Cruz el 24 de octubre de 2019. Fue en ese momento cuando pudimos ver a un Alfonso emocionado.

Su figura siempre ha sido muy controvertida. Rodeado de la jet set española, sus padres se divorciaron en 1982. Tras esto, su madre, Carmen Martínez-Bordiú volvió a contraer matrimonio hasta en dos ocasiones. De una de esas relaciones nació su hermana María Cynthia Rossi. Alfonso realizó sus primeros estudios en el colegio hispano-francés Molière de Pozuelo de Alarcón. Luego, se matriculó en el Liceo Francés de Madrid y, más adelante, se licenció en Ciencias Empresariales en el exclusivo CUNEF. También, estudió un máster en Finanzas en la capital.

Debido a su buena posición y a sus estudios trabajó durante unos años en el banco BNP Paribas con sede en la capital. Aunque eso sí, tras el fallecimiento de su abuela, Carmen Franco Polo, en 2018 ocupó la presidencia del patronato de la Fundación Nacional Francisco Franco, una entidad que se construyó en 1976 con el objetivo de difundir la memoria y obra del dictador.

Alfonso vivió uno de los peores momentos de su vida cuando era muy joven. El 7 de febrero de 1984 tuvo un accidente de coche. En el automóvil viajaba su padre, la niñera y su hermano, Francisco de Asís, de tan solo once años. Fue el pequeño quien acabó muriendo en esa fatídica tarde.

El 30 de enero de 1989, su padre, Alfonso de Borbón, falleció esquiando en las Montañas Rocosas de Estados Unidos. La muerte de su progenitor fue de lo más controvertida. Alfonso había viajado hasta la ciudad americana para disfrutar de uno de sus deportes favoritos durante los Campeonatos del Mundo. Bajó junto a su amigo Toni Sailer por una de las pistas y, al llegar a la meta, Toni se paró al ver un cable demasiado bajo y se dispuso a avisar a otros deportistas. En ese momento, Alfonso pasó por su izquierda y el cable acabó con su vida.

Tras la muerte de Alfonso, su hijo Luis Alfonso fue considerado por los legitimistas francesas como Luis XX de Francia, rey dinástico del país, además de titular de los ducados de Anjou, Borbón y Touraine. Aunque eso sí, en nuestro país no posee ningún título nobiliario.

Respecto a su vida privada, Luis Alfonso se casó el 6 de noviembre de 2004 con María Margarita Vargas Santaella en La Romana, República Dominica, en una intimísima boda, que estuvo celebrada bajo un gran sistema de vigilancia y ningún miembro de la familiar real española acudió al enlace. Margarita es hija del banquero Víctor Vargas.

Margarita y Luis Alfonso han tenido cuatro hijos: Eugenia, los gemelos Luis y Alfonso y Enrique. Todos ellos nacieron en Estados Unidos, ya que Margarita sufrió ciertas complicaciones en sus embarazos. Aunque eso sí, la familia se trasladó en septiembre de 2010 a vivir a Madrid.