Meghan Markle quiere que su madre la lleve al altar y otros ejemplos de cómo está modernizando a los Winsor
divinity.es
04/01/201815:55 h.Al altar con su madre
Según ha informado la revista US Weekly, Meghan Markle tiene muy claro quien quiere que la coja del brazo en el día más importante de su vida, el de su compromiso con el príncipe Harry: su madre, Doria Ragland. Tal y como indica la tradición, la novia tendría que llegar al altar con un varón al que considere más cercano, como sería su padre Thomas Markle, o su hermano, Thomas Markle Jr.
Meghan mantiene una muy buena relación con su madre, por ello prefiere que sea ella la que la acompañe en ese día. Con su padre, por el contrario, desde que se divorció de Doria, Meghan mantiene una relación más cordial. Pero entonces, ¿quién será el acompañante de príncipe Harry el día de la ceremonia?
Celebración navideña en el Palacio de Buckigham sin estar aún casada
La Reina Isabel II mantenía una estricta política respecto a las Navidades, y nunca había entrado la pareja de algún miembro de la Familia Real británica en Sandringham sin haber contraído matrimonio previamente, era porque aún no conocían a Meghan Markle. La que fue actriz de 'The Suits' rompió con esta tradición y fue invitada a pasar las fiestas con la Familia Real.
La presencia de Markle en estas fechas obligó a que el príncipe Harry se viera obligado a cancelar una de sus tradiciones familiares: irse de caza en el 'Boxing Day', un día despues de Navidad. Meghan es una defensora de animales de los pies a la cabeza, por lo que se negó a participar en un acto de cacería.
La naturalidad rompe con las normas en las fotografías del compromiso
Las fotografías que se hicieron públicas anunciando el compromiso del príncipe Harry y Meghan Markle rompe con el protocolo de los Windsor. Si, por ejemplo, en la felicitación navideña de este año del príncipe William y su esposa Kate se aprecia una actitud sonriente pero formal, las fotografías que protagonizaron Meghan y Enrique son totalmente lo contrario: ella con los ojos cerrados y acariciándole la mejilla a su futuro esposo, mientras el nieto de Isabel II apoya su frente contra la de su prometida.
El vestido elegido por Markle en el mismo día que anunció su compromiso con el príncipe Harry no tenía nada que ver con el estilo clásico que suelen llevar las mujeres de la realeza. Meghan decidió utilizar para su primer posado oficial un vestido negro lleno de transparencias en el que dejaba sus hombros al descubierto. Un vestido que, por cierto, protagonizó la polémica por las especulaciones sobre su precio, que alguna publicación estableció en la friolera de 60.000 euros.