En Europa existe una fuerte tradición en lo que a monarquía se refiere. Por eso, son muchos los países que todavía conservan a sus reyes y reinas, príncipes y princesas. Entre ellas, una de las más conocidas es la casa real belga. Fue en 1830 cuando el país decidió que quería disfrutar de una monarquía constitucional y las cosas no han cambiado mucho desde entonces.
El actual rey es Felipe de Bélgica, aunque lo más probable es que te suene más el nombre de alguno de sus antecesores, como pudo ser Balduino. El monarca que reina en la actualidad subió al trono el 21 de julio de 2013, ya que su padre había renunciado al trono 18 días antes. Además, su coronación coincidió con la fiesta nacional del día de Bélgica.
De Alberto sabemos que nació el 15 de abril de 1960 en la ciudad de Bruselas y que es hijo del príncipe Alberto y la princesa Paola. Además, desde un primer momento se convirtió en el sobrino favorito de Balduino de Bélgica, quien tuvo claro que quería que este la sucediera, ya que ni él ni su mujer, Fabiola, tuvieron descendía. Aún así, tras la muerte de su tío fue su padre, Alberto II, quien asumió ese cargo con tanta responsabilidad.
Felipe fue nombrado duque de Brabante al ascender su padre. Los primeros años de vida del actual rey discurrieron en el castillo de Fenffe y estudió tanto en francés como neerlandés. Además, en 1985 se graduó en la Real Escuela Militar de Bélgica como teniente e ingresó en la Armada, donde llegó al grado de mayor general de los Ejércitos de Tierra y Aire. Además, estudió en el Trinity College y en la Universidad de Stanford, en California, donde se graduó en Ciencias Políticas.
El rey habla perfectamente varios idiomas, entre los que se encuentran el francés, el neerlandés, el alemán y el inglés. Fue el 4 de diciembre de 1999 cuando contrajo matrimonio con Matilde d’Udekem, quien pertenecía a una familia de condes y condesas y que actualmente ostenta el título de reina consorte. La pareja tuvo cuatro hijos: Isabel, Gabriel, Manuel y Leonor.
Isabel es quien heredará el título de su padre y este año cumplirá 22. La joven ha estudiado en neerlandés en Bruselas y, luego, se trasladó hasta Gales para formarse en el prestigioso UWC Atlantic College, donde actualmente también estudia la princesa Leonor. También, Isabel se ha formado en todo lo referente a lo militar y en 2020 se convirtió en una alumna más de la Royal Military Academy de Bruselas. En octubre del pasado año comenzó a estudiar en la Universidad de Oxford, donde se está formando en Historia y Política, al igual que ya lo hizo su padre.
Su hermano, Gabriel, cumplió la mayoría de edad el año pasado. Al contrario que su hermana, él ha estudiado el bachillerato internacional en la Escuela Internacional de Bruselas y, luego, se ha matriculado en la National Mathematics & Science College de Warwickshire, Inglaterra, donde podrá estudiar ciencias, tecnología, ingeniería o matemáticas.
Por su parte, sus hermanos Manuel y Leonor, todavía son unos niños que se encuentran en los primeros años de instituto. Si tenemos que hablar de la familia que forman Alberto y Matilde podemos destacar su cercanía con el pueblo belga. Siempre se ha mostrado muy amables y, además, han colaborado estrechamente con muchos sectores contra la COVID. Así, tanto los actuales reyes como sus antecesores destacaron por ser considerados ‘la pareja perfecta’.
Esta imagen se vio resquebrajada con la publicación del libro Question Royale -traducido como ‘Asuntos reales’-, donde el periodista Frédéric Deborsu hablaba de la supuesta homosexualidad del rey Felipe o de las infidelidades de la reina emérita Paola. Así, Deborsu explica que, cuando tenía 39 años, “el príncipe no se había casado”, afirmando que este tenía una relación con otro hombre, un amigo suyo, con quien había llegado a convivir.
Según las 300 páginas de ese libro, el rey Alberto presionó a su hijo para que se casara, insistiéndole en que si no lo hacía, nunca llegaría a ser rey. Así, él aceptó que sus padres le prepararan un matrimonio de conveniencia con Matilde, quien cumplía todos los requisitos para ser reina. “Fue un matrimonio forzado. Ella accedió a casarse para salvar a sus padres de la ruina”, comenta el autor.
Respecto a las infidelidades de Alberto, él mismo acabó admitiendo que fueron una realidad. Así, durante los años 60 comenzó una relación con la baronesa Sybille de Selys Longchamps, con quien estuvo una década. Además, con ella tuvo una hija, la escultora Delphine Boel, quien, por fin, ha sido reconocida como legítima princesa de Bélgica.
También, el matrimonio entre Paola y Alberto peligró cuando ella fue fotografiada junto a otro hombre por una playa italiana. Se dijo que este era su amante, lo que hizo que tanto su reputación como la de su marido se vieran, de nuevo, enturbiadas.
Y no solamente tuvieron problemas con las relaciones extramatrimoniales, también surgieron algunos inconvenientes con el reparto de la herencia de la reina madre, Fabiola, la mujer de Balduino. Se dice que Alberto y Paola sacaron a la mujer del palacio donde había vivido durante 30 años y la llevaron a un castillo donde vivió contra su voluntad. Fabiola acabó falleciendo en 2015, dejando un polémico reparto de la herencia. La casa real belga decidió donarlo todo a una fundación que creó ella misma para ayudar a personas que vivían en la calle y a familias con necesidades económicas.
Fabiola era española, por lo que tenía varios sobrinos viviendo en nuestro país, los que se sintieron muy decepcionados con esta decisión, ya que su propia tía les había dicho que les había dejado una parte de su herencia.
El miembro más díscolo de la familia real belga, sin ninguna duda, es el príncipe Laurent, hermano del príncipe Felipe. Este es considerado como ‘la oveja negra de la familia’ y en muchas ocasiones se ha tratado su actitud como asunto de estado. Su escándalo más sonado sucedió en 2006, cuando desvió fondos de la armada belga para pagar la renovación de su casa de vacaciones. También, el hombre pasó como ‘gasto estatal’ los costes de sus vacaciones, diversos tickets del supermercado y hasta los gastos escolares de sus tres hijos. Tras esto, tuvo que pagar 16.000 euros al país.