En más de una ocasión hemos podido ver a Sofía acudir a distintas asociaciones que tratan de ayudar a los animales. El pasado verano se hacían virales unas imágenes donde se podía ver a la reina emérita emocionada tras liberar a una tortuga de 46 kilos en el que fue su primer acto oficial en Palma Mallorca tras la salida de Juan Carlos de España. También conocemos la pasión que siente la infanta Elena por los caballos, la misma que ha heredado su hija Victoria Federica. Y tampoco se queda atrás Felipe a quien, años antes de convertirse en rey, hemos podido ver pasear y fotografiarse en los posados oficiales con sus mascotas. Pero desde que llegó a su vida Letizia algo ha cambiado.
En este vídeo puedes recordar imágenes de la familia real rodeada de animales. Los reyes eméritos sentían pasión por los perros, incluso llegaron a criar distintas razas en los propios jardines y zonas de Zarzuela. Algo que actualmente ha cambiado mucho. ¿Cómo es la vida de las mascotas del rey en Zarzuela desde que se casó con Letizia?
Los reyes, con motivo de su primera comunión, regalaron a la princesa Leonor un labrador de color marrón. Según publica Jaleos, el perro no puede entrar en casa de la familia real, pero el rey, Leonor y su hermana Sofía juegan con él en los jardines de la Zarzuela. Esta norma se debe, según el medio citado anteriormente, a que a la reina no le gustan los animales y por eso no pasa mucho tiempo con ellos. Pero Felipe y sus hijas salen habitualmente con Sara, que es el nombre de su mascota, a pasear por la Sierra de Madrid.
Esta no es la primera vez que Felipe y Letizia toman estrictas medidas relacionadas con sus mascotas. En el año 2005, ya embarazada de su primera hija, la pareja viajaba a Ibiza en la que fue su primera visita oficial fuera de Madrid. Entre la cantidad de regalos que recibieron, uno de ellos fue un cachorro de podenco ibicenco al que llamaron Valent, que es ‘Valiente’ en mallorquín. Esta fue la primera y única vez que vimos a los reyes con el perro, ya que decidieron no llevarlo a casa y buscarle otro dueño. Algo parecido pasó un año antes, cuando les obsequiaron con dos cachorros de Mastín como regalo de bodas. Según publicó en aquel momento el Diario de León, la casa real explicó que las perreras de palacio estaban completas y que buscarían otra residencia donde llevarlos.
Antes de que Letizia llegase a la casa real, el hijo de Sofía y Juan Carlos demostraba diariamente su pasión por los animales. Con él convivían algunos de los perros que criaba la propia familia, pero en especial Pushkin, un Schnauzer de color negro del que se encargaba personalmente. Según contó hace años Jaime Peñafiel, cuando en 2004 contrajeron matrimonio, Letizia “prohibió que el perro durmiera, no en el dormitorio como hacía con su dueño, sino en la casa”. “No soportaba entonces ni a los perros ni a los gatos”, aseguró en aquel momento el periodista.
Aunque en aquel momento “lo pasó muy mal” por separarse de su mascota, finalmente aceptó esta medida y actualmente cuida del perro que le regaló a su hija, que tampoco vive con ellos dentro de la casa.