Los reyes de España llegaban sobre las 11:30 hora local a La Palma para trasladar su cariño y apoyo a los miles de perjudicados por la erupción del volcán Cumbre Vieja y para hacerles llegar su agradecimiento a todos los efectivos que están colaborando en las labores de emergencia y evacuación. Acompañados por las autoridades de la isla y Pedro Sánchez, quien regresa a la ‘isla bonita’ tras volar directamente desde la Asamblea General de Naciones Unidas celebrada en Nueva York, Felipe y Letizia comenzaban la visita en El Fuerte de Breña Baja, un acuartelamiento militar en la que han sido realojadas un centenar de las más de 5.500 personas que han sido evacuadas.

Compungidos y visiblemente preocupados, los monarcas no han dudado en pararse a conversar con algunos de los ciudadanos que hicieron noche en El Fuerte para estar al tanto de su delicada situación. Especial atención y solidaridad han mostrado con las personas de más edad, algunas de ellas con movilidad reducida, que fueron las primeras que tuvieron que dejar atrás sus hogares con la duda de si podrían volver a ellos.

Tras concluir con esta primera parada, nuestros reyes se trasladaban a la sede de Cabildo de Insular, donde presidían la reunión del comité del Plan de Emergencias Volcánicas de las Canarias. Allí se congregaban con el organismo encargado de organizar todo el trabajo necesario estos días, conociendo de primera mano cómo se están efectuando las diferentes estrategias, sobre todo aquellas que están enfocadas a ayudar a la población afectada por la lava. Son miles de personas las que han perdido sus casas, sus pertenencias y sus recuerdos, puesto que el volcán ha engullido municipios enteros.

Desde allí se desplazarán al puesto de mando avanzado de todo el operativo de emergencia, situado en la montaña y cerca de la zona de erupción. Para acto seguido, según han explicado fuentes de Zarzuela, concluir su ruta bajando a la zona más afectada, muy próxima a la lengua de lava que avanza lenta pero contundente hacia el mar. Aquí tendrán de nuevo la oportunidad de interactuar con aquellos que han visto desaparecer sus pertenencias de la noche a la mañana ante el imparable avance de la colada.

Para este imprevisto viaje, los monarcas escogían un look bastante sencillo y cómodo. Por un lado, el rey Felipe escogía una camisa de rayas y unos pantalones vaqueros, mientras que la reina Letizia optaba por una camiseta de manga corta blanca y unos pantalones color camel, recogiéndose el pelo con una coleta.