El mármol blanco es uno de los materiales preferidos para muchas personas a la hora de construir su casa. Este proporcionará un acabado muy elegante y será perfecto para cualquier espacio y en cualquier tipo de decoración. Aunque eso sí, donde más lo solemos ver será en el baño, la cocina o en suelos. Pero eso sí, este tipo de material necesitará unos cuidados determinados.
Lo primero que debes saber, si todavía estás dudando si instalar mármol blanco o no, es que tiene una gran resistencia al calor y a los golpes. Es por eso que se trata de un material perfecto para colocar como encimera de la cocina, ya que, además, su mantenimiento no será excesivamente complejo.
Es por eso que, antes de nada, debemos llevar un correcto mantenimiento durante el tiempo. De esta manera, evitaremos que se estropee con facilidad. Es por eso que lo más normal será que solamente necesitaremos quitar el polvo o la suciedad de la superficie. Esto lo llevarás a cabo con un poco de agua. Eso sí, si utilizamos una fregona, porque estamos limpiando el suelo, la fregona tendrá que estar bien escurrida y habrá que secarlo correctamente para evitar que el suelo absorba la humedad y se vuelva más oscuro.
También, en el caso de que haya alguna mancha o mayor suciedad, siempre podrás optar por jabón neutro. Esta solución no perjudicará el estado de la piedra y, además, será suficiente para quitar los restos. Si observamos que hay una infinidad de manchas amarillas, el bicarbonato será tu gran aliado. Para ello, deberás mezclarlo con un poco de agua, obteniendo una crema espesa.
Luego, deberás colocar la pasta sobre la mancha, dejándolo reposar durante, al menos, dos horas. Esto servirá para darle un brillo natural. Otra opción será hacer uso de agua oxigenada, que se deberá mezclar con agua. Luego, se aplicará directamente sobre la mancha. Además, no será necesario enjuagar.
En el caso de que ninguna de estas soluciones haya conseguido eliminar la suciedad, lo mejor será optar por productos especiales para mármol. Estos le proporcionará mucho brillo y mantendrán sus características naturales. Eso sí, habrá que tener cuidado con algunos productos como la lejía, el amoniaco, el vinagre o el limón.