Una de las frutas más consumidas son las fresas. Es por eso que su conservación será fundamental para que nos dure el mayor tiempo posible. Lo cierto es que el calor hará que su vida útil no se extiende durante mucho tiempo. Aún así, siempre podremos optar por aplicar los trucos que nos hagan disfrutar de las fresas durante más tiempo.
Lo primero que debes saber es que las fresas no madurarán más una vez se hayan recogido. Por tanto, cuando los compramos ya habrán comenzado a perder calidad y es algo que se irá produciendo según va pasando el tiempo. Por eso, lo más importante será comprarlas en el momento adecuado y conservarlas de forma adecuada el mayor tiempo posible.
Una vez que nos hemos decidido a comprarlas deberás observar correctamente la fecha de recolección o envasado y, por tanto, habrá que decantarse por aquellas más recientes. Será preferible comprar aquellas que no estén demasiado amontonadas y optar por aquellas que se coloquen en envases rígidos y protegidos. También, habrá que comprobar que no hay fresas con moho, pasadas o que estén demasiado verdes.
En el carrito de la compra habrá que colocarlas con cierto cuidado, evitando que se queden abajo del todo y puedan ser aplastadas. También habrá que evitar colocarlas cerca de aquellos alimentos más húmedos o muy olorosos.
Una vez que las tengamos en casa deberemos colocarlas en el frigorífico. Además, será importante que nos demos prisa en su colocación y siempre sin lavar. Tampoco habrá que quitar los tallos o los rabitos. Si queremos podremos forrar el fondo del envase con papel de cocina para que las fresas se conserven mejor.
En la nevera, las fresas se deberán mantener a una temperatura fría, es decir, a unos cuatro o cinco grados. Además, deberás saber que se conservarán durante unos tres o cinco días y que será recomendable revisarlas diariamente para comprobar su estado. Si queremos alargar estos días siempre podremos optar por bañarlas en un poco de vinagre. También, podremos congelarlas o deshidratarlas.