Higos, una fruta deliciosa: instrucciones para secarlos en casa y conservarlos durante más tiempo
Los higos son una de las frutas más consumidas
Para evitar que se echen a perder, podemos secarlos en casa
Te contamos más sobre esta técnica para conservarlos duranta más tiempo
Los higos son una de las frutas de las que más disfrutamos una vez se está acabando el verano. Eso sí, en algunas ocasiones, podrán estropearse fácilmente con el paso del tiempo y, por eso, será importante saber cómo podremos conservarlos durante el mayor tiempo posible. Una buena idea será secarlos y, además, podremos hacerlo desde casa. Pero, ¿cómo se lleva a cabo?
1.En el horno
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La mejor opción, para que el resultado sea el óptimo, será contar con una deshidratadora en casa. Aunque eso sí, esto no siempre estará al alcance de todos. Por eso, en caso de que no tengamos, siempre podremos optar por utilizar un horno. Para ello, habrá que escoger entre los higos que tengamos aquellos que estén blanditos, no dañados y habrá que lavarlos y secarlos con cierta suavidad.
Antes de introducirlos al horno será importante cortarlos por la mitad. También, será ideal que nos deshagamos de sus rabitos, haciendo un corte longitudinal que nos mostrará si la fruta tiene algún tipo de bicho. De la misma forma, también será fundamental controlar la temperatura del horno. Es decir, habrá que comprobar que el aparato no caliente en exceso, ya que si esto sucede podremos estropearlos.
La temperatura no podrá sobrepasar los 60 grados. Lo ideal será precalentar el horno a unos 40 o 50 grados, colocando los higo boca arriba en una rejilla o en una bandeja con papel sulfurizado. Si creemos que nos podremos pasar con la temperatura siempre será una buena idea dejar la puerta un poco abierta. Deberás saber que el tiempo para secarlos será elevado, sobre unas ocho o doce horas. Aunque eso sí, será recomendable echarle un vistazo sobre todo las primeras seis horas.
2.Al sol
Otra opción, que es la que se ha hecho toda la vida, es dejarlos secar al sol. Para ello, habrá que dejarlos extendidos en un lugar seco, donde reciba la luz directa del sol. Además, debe tener buena ventilación. Podrás dejarlos enteros o cortarlos en cuartos, aunque antes habrá que lavarlos y secarlos.
Para secarlos al sol bastará con tres o cuatro días y por la noche será recomendable guardarlos para que no les afecte la humedad. Una vez que ya ha pasado ese tiempo habrá que secarlos al horno, a 80 grados, durante unas dos horas. Luego, habrá que apagar el horno y dejarlos un día más. Por último tendremos que escaldarlos tres veces en agua hirviendo, sumergiéndolos durante unos segundos. Una vez que ya estén secos habrá que envasarlos para que los podamos consumir cuando queramos.