Haga lo que haga la marquesa de Griñón, es noticia. Ahora que faltan pocos meses para darse el 'sí quiero' con Iñigo Onieva, la vida de la colaboradora de televisión está repleta de reuniones con su 'wedding planner', 'shottings', pruebas del vestido de novia y cientos de detalles más. Sin embargo, la marquesa sigue teniendo tiempo para actualizar sus redes sociales y darles a esos seguidores más curiosos algún que otro detalle de su tan inescrutada vida personal.
Hace tan solo unos días, la hija de Isabel Preysler compartió en su Instagram una publicación donde mostraba uno de sus lugares de refugio, su acogedor dormitorio. Con tonos neutros y detalles religiosos, la marquesa abrió al mundo uno de los lugares más íntimos de su hogar, y ahora lo ha vuelto a hacer de nuevo con uno de sus sitios predilectos, la cocina.
Para este rincón de su casa, Tamara ha optado por la sobriedad y los tonos claros, que acompañados de la intensa luz natural que entra a través del gran ventanal que hay en una de las paredes, hace la estancia aún más amplia y espaciosa. Con una encimera de mármol en tonos beige y las paredes en un color crema, la joven marquesa lo ha apostado todo a los tonos neutros, incluidos los muebles de color blanco.
A pesar de que no ha dejado ver mucho más sobre esta estancia, sí que hemos podido conocer parte de la vajilla y la decoración que Tamara usa asiduamente. Desde platos de porcelana blanca impoluta a una jarra de cristal trasparente con detalles en dorado o los posavasos y los pequeños manteletes de mimbre y en colores tierra.
Si bien es cierto que nos encantaría poder conocer cada uno de los rincones que esconde Falcó en su hogar, la hija de Carlos Falcó pronto alzará el vuelo y cambiará de residencia, por lo que podría ser entonces cuando Tamara descubriese el pastel y mostrase los secretos que esconde su nuevo nidito de amor.
Todo hacía pensar que tras la boda, la pareja se trasladaría al lujoso ático que posee Tamara desde 2021 en el barrio de Peñagrande, muy cerca de la residencia familiar de la elitista zona de Puerta del Hierro donde ha vivido junto a su madre durante varias décadas. Sin embargo, ahora también ha aparecido en la posibilidad de que, tras pasar por el altar, Iñigo y Tamara pongan rumbo al piso que el empresario posee en el centro de la capital para hacer de él su nuevo hogar de casados.
El de ella es un piso "chiquitito y precioso, con todos los detalles escogidos minuciosamente", el de él un lujoso inmueble que alquiló en la Milla de Oro durante su etapa tras la separación de Tamara. Ambos tienen muchas posibilidades y pronto se podrían convertir en el refugio de los recién casados. Aunque la pareja aún no ha confirmado donde vivirán tras el enlace, las ganas de compartir su vida para el resto de sus días son cada vez más intensas y el gran día está muy cerca.