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Desde que en 2012 Elena Tablada firmase el acuerdo de separación con David Bisbal, la diseñadora vive junto a Ella Bisbal, la única hija en común de la pareja, en un piso de la exclusiva urbanización de El Soto de la Moraleja en Madrid. Una vivienda que el cantante compró por un valor de 600.000 euros cuando se confirmó su separación y en la que, a pesar de estar a su nombre, su hija aparece como principal usufructuaria, por lo que la heredará al llegar su cumpleaños número 24.
Hasta que llegue ese momento, para el que aún falta más de una década, Tablada, Ella, y Camila, la segunda hija que la diseñadora tuvo fruto de su matrimonio con Javier Ungría, viven en perfecta armonía en una casa que ella misma se ha encargado de decorar a su gusto. Con un estilo moderno e inspirado en la tendencia boho chic, en los últimos meses Elena ha tratado de redecorar su casa habitación por habitación hasta lograr que todas las estancias tengan la misma sintonía.
Hace meses, Tablada decidió renovar por completo su habitación y así "limpiar las energías" que habían cargado su dormitorio tras la separación con Ungría. Lo primero que cambió fue la pared, donde un papel pintado gris con apariencia de cemento sustituyó al anterior que cubría la estancia con palmeras en tonos verdes. Sin embargo, este no es el único espacio en el que la diseñadora ha optado por cubrir la pared con vinilos. En el resto de las habitaciones, otros papeles adhesivos más atrevidos han cubierto las paredes de arriba a abajo. Guepardos, peces o estampados florales han sido los elegidos por Elena para decorar el resto de las habitaciones e incluso los cuartos de baño.
Con esta técnica, la diseñadora de joyas ha logrado darle una vuelta a la decoración de su casa sin apenas esfuerzo. Además, una selección de objetos decorativos en tonos claros y neutros hacen que la vivienda al completo esté en armonía. Comenzando por su habitación, donde el blanco del resto de las paredes y la ropa de cama combina a la perfección con los cojines en tonos tierra y los muebles de madera clara. De igual manera, en la habitación infantil, donde hemos podido ver como Camila disfruta jugando, tanto la cuna como el resto de los elementos de la estancia son de tonos madera.
En cuanto al salón, es un espacio amplio y muy bien iluminado donde también predomina el color blanco. La pared de este color está cubierta con dibujos finos y modernos, y a ella se le suma el sofá del mismo tono que ocupa gran parte del espacio. Está decorado con una gran cantidad de cojines de diferentes formas y tamaños en colores que van dese el beige hasta el color teja y que le dan un aspecto mucho más acogedor.
El suelo de parqué está cubierto con una alfombra de estilo mimbre y el resto de los muebles siguen la sintonía de las demás estancias de la casa: muebles de madera y detalles en colores blancos y negros. Sin embargo, si hay algo que llame la atención en está habitación es que, la zona de comedor está repleta de elementos coloridos que le dan vida a la estancia. Desde la infinidad de plantas que la diseñadora tiene, hasta los cuadros que cuelgan de la pared o las sillas tapizadas en terciopelo azul turquesa que acompañan a la mesa principal.
La gran iluminación de este espacio se debe a que desde el salón se accede directamente a la terraza. Por una cristalera que va de suelo a techo, Tablada puede acceder fácilmente a una terraza de un tamaño considerable donde la familia disfruta de las tardes de sol y de la celebración de algún que otro cumpleaños y desde dónde, además, tienen vistas directas a la piscina y el jardín que la familia comparte con el resto de la urbanización.