Eurovisión, y con él, el fin de 'El Sueño de Morfeo', supusieron un antes y un después para Raquel del Rosario. Ser una estrella del pop no era suficiente para esta canaria de nacimiento que lo fue todo para la industria musical de los primeros 2000. Para experimentar el cambio que llevaba años buscando era necesario dejarlo todo atrás. Y el clic definitivo que le hizo dar el paso llegó en 2014 con el nacimiento de Leo, su primer hijo con el fotógrafo Pedro Castro.

Malibú, esa ciudad surfera ubicada en el estado de California, en la costa oeste de Estados Unidos, a la que muchos vips huyen en busca de paz era el destino perfecto para iniciar este nuevo capítulo vital al que años más tarde se incorporó Mael, su hijo menor. Y parece que no tienen pensado volver.

Su casa, que se encuentra en Thousand Oaks, una localidad situada en el sureste del condado de Ventura, está muy marcada por el entorno. Porque el interior de una edificación que está rodeada por naturaleza por todos sus frentes ha de estar acorde con la gran cantidad de robles que crecen en esta zona y que son el sello de identidad de este lugar.

Raquel del Rosario y su familia se mudaron a esta casa durante el año 2022 y, como la canaria es una apasionada de la decoración, ha decidido enseñarnos palmo a palmo qué esconde cada rincón de su casa. La vivienda de la artista está cargada de personalidad y predominan los materiales naturales. La casa consta de dos plantas, en la primera, que está realizada con un suelo de cerámica artesanal, nos encontramos un amplio salón en el que abundan los elementos decorativos de estilo étnico y las fibras naturales, como la mesa hecha de madera y la alfombra que delimita la zona del salón con la del comedor.

Una de las partes de la casa que fue reformada por Raquel, fue la cocina, de estilo rústico y decorada con la encimera de madera y muebles en blanco. Además de ser amplia y de tener una isla, desde la cocina se puede acceder al jardín de la casa. En el vídeo que encabeza la noticia puedes ver cómo era el antes y el después de las zonas que la artista ha reformado totalmente, como el cuarto de baño, donde los muebles fueron pintados cambiando completamente su estética y en el que el mármol pasó a un segundo plano para dar paso a la madera.

Los colores fuertes y cálidos para que "siempre parezca primavera" según Raquel los encontramos también en las habitaciones de la casa, con paredes y colchas con colores morados, naranjas y azules.