Cómo lavar las toallas nuevas para que no suelten pelusa
Estrenar una toalla es un auténtico placer... a menos que suelte pelusas
Para evitar que esto suceda, existen algunos trucos a la hora de lavarlas
Si es así, te contamos cómo debes lavar tu toalla
Envolverse en una toalla suave y absorbente tras la ducha es un verdadero placer. Pero para conseguir esa textura tan agradable es preciso seguir algunas recomendaciones de lavado, sobre todo para que las toallas nuevas no suelten pelusa y, además, absorban bien la humedad. Te contamos qué pasos debes seguir antes del primer uso para que queden como recién compradas.
¿Cómo lavar una toalla nueva?
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Antes de utilizar tu toalla nueva, ponla durante 24 horas en remojo en agua fría. Así las fibras de algodón se expandirán y la toalla será más absorbente. Además, si tiene exceso de color, lo perderá antes de pasar por la lavadora. Si añades un poco de vinagre al agua, el color original se quedará fijado. Pasadas las 24 horas, introduce la toalla en la lavadora y programa un ciclo a 90ºC. Veras qué suave queda y cómo absorbe el agua cada vez que la utilices.
¿Cómo evitar que la toalla suelte pelusas?
Si después de haber tomado las precauciones anteriores, ves que tu toalla nueva suelta pelusas, no te preocupes porque hay una solución. Es muy habitual que esto ocurra, pero queremos acabar con las pelusas cuanto antes, así que toma nota:
- No utilices suavizante al lavar la toalla, solo detergente
- No mezcles la toalla con otras prendas hasta que no desaparezcan las pelusas
- Programa un ciclo normal de lavado con una temperatura templada (30º)
- Tras el lavado, sumerge la toalla en un barreño (o en la bañera) con agua tibia
- Añade un chorro de vinagre y un puñado de sal gorda
- Ponte unos guantes y remueve para que se disuelva la sal en el agua sin que te quede olor a vinagre en las manos
- Deja la toalla en remojo en esta mezcla un mínimo de 2 horas y un máximo de 4 horas
- Escurre la toalla todo lo que puedas y vuelve a introducirla en la lavadora
- Programa un ciclo de lavado corto con agua templada (30º)
Con estos pasos debería bastar para que tu toalla nueva no suelte pelusas. Si le queda algún resto y tienes secadora en casa, programa un secado y veras cómo terminan de desaparecer. A partir de aquí, ya podrás utilizar tu toalla y lavarla con total normalidad.