La impresionante casa de Ana Fernández: a media hora de Madrid y con una terraza "bosque"
La actriz habla de su hogar como "el refugio que he creado con Adri y que nos da mucha paz"
Comparte su vida con el cantante Adrián Roma, con quien vive en un exclusivo chalet situado en plena naturaleza
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Ana Fernández debutó con solo cuatro años en ‘El joven Picasso’, la miniserie dirigida por Juan Antonio Bardem. Ahora, a sus 34, acumula grandes proyectos televisivos a sus espaldas entre los que destacan ‘Cuestión de Sexo’, ‘Los Protegidos’ o ‘Las chicas del cable’. No solo en lo profesional sino también en lo personal, la actriz ha conseguido labrar la vida que siempre había deseado con el que denomina el “hogar de mis sueños”.
Los detalles de la casa de Ana Fernández y su pareja, Adrián Roma
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Así ha presentado la intérprete su casa a sus seguidores, de la que se siente “orgullosa de haber peleado con uñas y dientes desde hace casi 20 años por conseguirlo”. El domicilio, en el que vive junto a su novio Adri, se encuentra a tan solo media hora del centro de Madrid aunque en un entorno natural de árboles y flores, cuya esencia han querido mantener en su “refugio”, así como en su terraza a modo de jardín y bosque.
En la entrada, dos muros de piedra reposan al lado de la puerta con un marco en tonos claros aunque con detalles en madera, que concluyen en un suelo de mármol gris y blanco roto sobre el que reposa un banco sostenible con cojines, una alfombra estampada amarilla y una mesa plegable verde pastel con sillas a juego. Es desde este lugar donde se puede apreciar que, en el interior, conserva la misma armonía a través de los muebles, entre ellos un perchero de tronco de eucalipto y un aparador, adquiridos en La Maison du Monde.
Una vez dentro, cuenta con un dormitorio principal con un cabecero marrón de rejilla, lámparas colgantes y espejos de pared redondos de fibra. La estancia, además, tiene acceso directo al exterior, donde ha incluido una escalera de madera maciza que actúa como un estante y una chaise longue de mimbre en la que pueden disfrutar de largas lecturas y momentos de desconexión. De los mismos instantes la pareja puede complacerse en la gran piscina que se sitúa al final de unas escaleras rodeadas de rosales y árboles, con dos sombrillas y dos hamacas con sus respectivas mesas y un par de velas de decoración.
Aunque Fernández ha reconocido a ‘Elle’ que no es fácil mantener la totalidad de su hogar, reconoce estar “muy feliz” con él: "La gente me dice 'qué bonita, tan salvaje', pero no saben el trabajo que tiene... Aun así, estoy feliz. Es mi hogar, el refugio que he creado con Adri y que nos da mucha paz", ha confesado al mismo medio.