Cómo tiene que ser tu dormitorio para conseguir un descanso de calidad
Stephanie Agostino de Agoko, expertos en hacer hogares para vivir y descansar, nos dan tres consejos básicos: desde la iluminación a la importancia de los colores
Desde los hábitos que ayudan a las claves de experto para decorar el dormitorio. En Divinity te aconsejamos las pautas que debes seguir en tu dormitorio para poder dormir bien
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Nos pasamos más de un tercio de nuestra vida durmiendo y, sin embargo, todos los estudios coinciden en que nos despertamos con la sensación de que nos faltan horas de sueño (lo recomendable es entre seis y ocho horas) o bien nos levantamos cansados. Y esto, lo queramos o no, influye en nuestra salud (como explica David Jiménez en el siguiente vídeo), nuestro día a día, nuestra relación con los demás. Por eso, además de un buen colchón y una buena almohada (el kit básico), una decoración del dormitorio que favorezca el descanso es clave.
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Hábitos que ayudan
- Cena algo ligero y no media hora antes de irte a la cama, sino dos o tres horas. Además, procura no incluir alimentos que te den sed y hagan que te tengas que levantar varias veces.
- No tomes sustancias excitantes, como el café, y el alcohol. Se acabó ese cafecito tardío…
- Acuéstate siempre a la misma hora, para que tu cuerpo tome nota y refuerces tu ciclo de sueño.
- Si eres de siesta, no dejes que esta supere la media hora. Si lo haces por recuperar lo que no has dormido de noche, lo sentimos esto no funciona así.
- No uses el móvil como despertador.
Tres claves para decorar un dormitorio para soñar
Stephanie Agostino de Agoko, expertos en hacer hogares para vivir y descansar, nos dan tres consejos básicos para hacer de tu dormitorio el lugar perfecto para dormir lo que debes y necesitas.
- El color importa (y mucho) La gama cromática que viste un dormitorio tiene relación directa con un buen o mal descanso. “Evita aquellos que estimulen a través de la visión y creen ruido visual. Entrar en un espacio con un color como el rojo, por ejemplo, puede generar que nos activemos en vez de que nos relajemos. Es preferible utilizar tonos oscuros o neutros como el blanco, que ayudan a relajar nuestra mente y, a su vez, a conciliar mejor el sueño, proporcionando paz, pureza, limpieza y reflexión”.
- Coloca la cama adecuadamente. La cama es la estrella de la habitación y no solo debe ser cómoda y contar con un colchón que responsa a tus necesidades, sino también estar situada en el lugar adecuado. “Las ventanas son importantes por la entrada de luz, por lo que lo más aconsejable es intentar posicionar la cama de manera que esta aterrice en ella de forma indirecta. Si esto no fuera posible, la colocación de cortinas es fundamental, para crear ese efecto de luz indirecta con su ayuda. La puerta por un tema psicológico de seguridad, tenerla en un punto donde podamos ver el acceso, genera más seguridad que si no la vemos, por tanto, dormiremos más tranquilos”.
- Vigila la iluminación. Para un mejor descanso en importante una posición y un tono de iluminación artificial idóneo, donde la temperatura de color sea fría, así como la iluminación directa. “Esto se puede trabajar con luz LED cálida indirecta, escondida en la línea de pared, donde se encuentran las ventanas, para que el cerebro asocie, que siempre proviene desde un mismo punto. Además, tener luces de lectura cerca de la cama, también ayuda, pero lo más importante es tener los encendidos y apagados de la iluminación a mano y cerca de la cama. Así si te encuentras casi a punto de dormirte y tienes que levantarte para apagar la luz o moverte demasiado, puedes volver a activarte, perdiendo ese estado de relajación que habías conseguido para conciliar el sueño”.
Dormitorio en modo verano
En verano, además, la cosa se complica aún más, a partir de 26ºC la calidad del sueño disminuye, por lo que rebajar la temperatura del dormitorio con una decoración más fresca puede marcar la diferencia. ¿Cómo?
- Con ropa de cama que no dé calor y no pese, en blanco o colores claros. Algodones, linos o seda son buenas opciones.
- Con un colchón duro y transpirable, ya que en un blando te hundes más y la cantidad de aire que corre es menor y aumenta el calor.
- Ventilando al levantarte, pero también al acostarte. Una media hora antes de irte a la cama, abre las ventanas y ventila para que el calor de todo el día se vaya. Si fuera el calor es insoportable, hazte fuerte en el dormitorio y crea una especie de microclima, incluso si no tienes ventilador o aire acondicionado.
- Con flores y plantas que además de purificar el aire, reduzcan la temperatura (¡las hay!), como el ficus, la areca o el espatifilo.