Aciertos y errores de 'Casa Vaca', la espectacular casa de verano de María Pombo en Cantabria
Desde el recibidor, pasando por el salón, la cocina o los dormitorios: analizamos, desde la perspectiva del interiorismo y la decoración lo mejor y lo peor de la casa familiar de María Pombo en el norte
La influencer ha abierto las puertas de su hogar familiar que han construido en Cantabria, tierra a la que Pombo tiene mucho cariño y donde ha pasado todos los veranos desde que era una niña
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A ver, el casoplón de María Pombo y Pablo Castellanos (alias 'Casavaca'') en Cantabria ya la quisiera yo para mí. Tiene de todo: metros, luz, vistas, altura de techos y habitaciones como para montar un mediano -pero ideal- hotelito con encanto en una de las zonas más apetecibles en verano para aquellos que odiamos el calor: el norte de España.
Hasta aquí todo, como se dice ahora, "todo OC" (ok, bien). Luego ya empiezas con el 'house tour' y algunas cositas te van chirriando y no sé si es por la premura de “devolver el favor” a colaboradores varios pero la vivienda en cuestión le falta justo eso: "estar vivida".
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Aciertos
1. El recibidor, bien, ventana, perfecto, esa lámpara de cerámica de Mestizo me encanta, pero me transmite tantas cosas que me traicionan mis expectativas frente al resto de la casa.
2. Al igual que el suelo de barro, que no me puede gustar más.
Errores
1. El cuadro con forma de corazón de encima del sofá está como chillando “¡¡¡mira qué cuqui es todo!!!” tanto que da hasta mal rollo. Creo que es una carta que se podría haber jugado mejor, al final es uno de los puntos fuertes de cualquier hogar y sí, merece una dedicación quizá algo mayor a la que dedicamos a elegir un icono de WhatsApp en general (y no refiriéndome solo a ella). Si quieres ver de que te hablamos, no dudes en reproducir el vídeo que encabeza el artículo.
2. Comedor: sí, soy partidario de reutilizar muebles propios o de otros (¿a quién no le va a gustar un imperio romano del siglo primero?), pero la lámpara de paja ni está a la altura de la mesa y francamente si ya tienes palmeras y vaca en el exterior… ¿hace falta repetirlo en el papel de la pared?
3. La cocina es blanca, amplia, luminosa pero ahí SÍ hubiera puesto una isla fija, chula y de obra y un par de lámparas industriales encima (más que nada para que no se pareciera TANTO al comedor. Ojo, en las lámparas nos la jugamos muchas veces y esa de mimbre… meh).
4. El sofá morado de Moradillo, nunca mejor dicho, no sé si tiene el color más acertado. Bueno sí lo sé y no, no lo es. Algo, que puedes comprobar en el vídeo que encabeza el artículo.
5. Los dormitorios merecen un capítulo aparte porque si bien hasta ahora la decoración tenía sus más y sus menos sí mantenía cierto tipo e coherencia. Me explico: casa de vaca-ciones, relax, tono distendido, sencillez… Pero en el caso de los dormitorios no sé si se aplica: y ojo que soy muy de usar papeles pintados pero es que parece que los ha elegido un daltónico y mira que los hay hasta de William Morris, pero el abigarramiento de los patrones le quita la paz al mismísimo Dalai Lama.
6. Los armarios, aunque las puertas de rejilla he de decir que no me han parecido feas, están cero integrados con la arquitectura de la casa y se comen la habitación.
¿Qué por fuera me ha gustado? Sí.
¿Qué aunque no bien mezcladas tiene cosas que molan? También.
¿Qué no es lo mismo la paella que el arroz con cosas? Deberíais saberlo. Quiero decir, puede que tenga sus cosas pero si me a dan me la quedaba: se pueden hacer cosas dentro.