Las plantas son ideales para decorar tu casa, porque hay que admitir que hacen más bonito el lugar donde están. Además, tienen interesantes beneficios, como ayudar a reducir el estrés, absorber malos olores y tóxicos, mejorar la calidad del aire o regular la humedad. Añade ese punto de conexión con la naturaleza a tu hogar y compruébalo por ti misma. Y si piensas que la jardinería no es lo tuyo, te proponemos estas plantas de interior resistentes y muy fáciles de cuidar.

Pocas plantas de interiores son tan bonitas y tan fáciles de cuidar. La sansevieria necesita muy poco riego y no es exigente con la luz natural. Puedes tenerla en el dormitorio porque libera oxígeno por la noche, aunque es ideal en el salón o las zonas de paso amplias. 

Esta colorida planta agradece el sol directo, pero también resiste sin problemas en estancias con poca luz. El único inconveniente es que no debes tenerla en casa si tienes niños o mascotas, porque es venenosa (o tenla lejos de su alcance). Riégala a menudo y pulveriza agua sobre sus hojas para que siempre estén bonitas y en perfecto estado. 

Amamos las propiedades curativas del aloe vera y por ello sabemos el buen rollo que da tener esta planta en casa. No tienes que preocuparte apenas por ella, porque necesita muy poco riego. Eso sí, no la tengas mucho tiempo expuesta al sol directo y ponla en una maceta amplia que acoja a sus grandes raíces. 

La buena fama del poto es más que merecida. Es la preferida de quienes no tienen mano con las plantas porque consiguen sobrevivir a todos los descuidos, como la falta de riego o de luz. Así que, si la miras con cariño y le das lo que necesita, imagina lo bonita que va a lucir en tu salón, sobre todo si limpias sus hojas con un paño humedecido en agua. 

Apunta esta planta tan original para decorar tu casa porque es muy llamativa e ideal para colocar en estanterías o maceteros colgantes. No precisa de mucho riego y se pone preciosa cuando recibe la luz del sol directa. 

También llamada lazo de amor, es fácil de cuidar y (atención a esto), según un estudio de la NASA, purifica el aire del hogar. Riégala más a menudo en primavera y verano (dos veces por semana), aunque si te olvidas alguna vez, sabe utilizar la reserva de agua que atesora en sus raíces. 

Sus hojas de gran tamaño hacen de ella una planta ideal para decorar. También conocida como “planta del hierro fundido”, aguanta esplendorosa hasta en los rincones más oscuros. Riégala una vez a la semana en verano y cada 15 días en los meses de invierno.

El ficus queda ideal junto a puertas y ventanales de la casa. Mejora la calidad del aire, por lo que es una excelente planta de interior, con sus hojas puntiagudas y su forma de arbolito. Hay ficus pequeño, pero algunos pueden alcanzar los 3 metros de altura. 

No nos olvidamos de las plantas con flores, y para decorar tu casa las hortensias son excelentes, ya que aguantan las temperaturas bajas y la sombra. Eso sí, quedan divinas en cualquier balcón. Por no hablar de que hay muchos colores diferentes para elegir y combinar.

El collar de jade, también llamado “planta gusano”, procede de Sudáfrica. Puede sorprenderte con flores, incluso en invierno. Al ser una suculenta, hay que regarla poco, y tolera igual de bien la luz directa y la luz indirecta.