Amaia Salamanca y Rosauro Varo han formado una numerosa y discreta familia que prefiere guardar silencio ante los rumores que cíclicamente les rodean mientras continúan con sus vidas. La actriz compagina su faceta como madre de tres con su carrera como actriz, algo que durante un tiempo dejó en un segundo plano, pero que nunca abandonó porque siempre ha sido su pasión y su verdadera vocación. 

El matrimonio tiene tres lujosas propiedades en tres ciudades distintas, Madrid, Marbella y Sevilla, y de todas ellas pueden disponer cuando lo necesitan. A Marbella se mudaron en el año 2020, una casa ideal para ellos y que en 2023 se rumoreó que podría ser el refugio de la actriz durante una crisis de la pareja, de la que ni hablaron ni se llegó a confirmar. 

La casa de Rosauro Varo y Amaia Salamanca en Marbella es una imponente villa con vistas al mar, situada en una lujosa urbanización en la que también otros personajes conocidos tienen residencia, como José María Aznar, pues el expresidente del Gobierno tiene allí una residencia de verano. 

Se trata de una casa con amplias zonas exteriores y unas vistas que merecen la pena, porque ya hemos señalado que se puede ver el mar, pero también la sierra malagueña. Es una vivienda de unos 650 metros cuadrados, con dos plantas, jardín y piscina. Según recogen en El Mueble, la casa cuenta con cinco dormitorios con sus respectivos baños, también con un salón comedor que tiene acceso a una gran cocina, la vivienda cuenta también con gimnasio.

El interior de la vivienda está planificado para aprovechar la belleza del exterior, con muchos detalles naturales que ayuda a que a vegetación entre en casa sin hacerlo de verdad. Los materiales naturales, la madera y los complementos de rafia o mimbre ayudan a crear esa sensación, unificando ambos mundos sin renunciar a la comodidad que supone un hogar pensado para estar en familia. 

Los cerramientos acristalados invitan a que la luz se cuele dentro de casa, separando el espacio interior de los patios exteriores sin tener que renunciar a al espacio que proporcionan. La vivienda, por los detalles que se pueden ver a través de las publicaciones compartidas por Amaia en sus redes sociales, está decorado en tonos neutros, grises y blancos que ayudan a crear una sensación de confort y tranquilidad. 

Las paredes, normalmente un elemento casi olvidado, tienen su protagonismo en la casa de Amaia, ya sea porque algunas de ellas están paneladas en madera o porque es donde se permite presumir de algunos cuadros y obras de arte de gran tamaño, que llenan lo que podría ser un espacio en blanco, con belleza y sentimiento. 

La actriz no es demasiado aficionada a compartir detalles de su vida, ella prefiere mostrar los cambios que suponen los personajes que interpreta, promocionando así también sus proyectos, pero de vez en cuando muestra algunos elementos de sus espacios seguros, esos lugares donde puede desconectar y ser ella misma, sola o en familia. 

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