La casa de Drew Scott no podía haber sido reformada por otro equipo de reformas que no fuera el suyo propio junto a su hermano gemelo Jonathan Scott, su fiel compañero de reformas. El interiorista vive junto a su pareja Linda Phan y sus dos hijos, los pequeños Parker y Piper, en un precioso chalet con jardín, porche cubierto, piscina y terraza 360º en la última planta de la casa con vistas panorámicas a la ciudad de Los Ángeles.

Drew y Jonathan Scott son los reyes del interiorismo de la pequeña pantalla con su programa de reformas que se emite en más de 150 países. Sus trucos de decoración y su innovador estilo para reformar hogares ha dado la vuelta al mundo y cuentan con miles de seguidores por todo el planeta. Hasta los famosos han caído rendidos al trabajo de los gemelos Scott, ya que en su cartera de clientes cuentan con rostros como el de Brad Pitt, Viola Davis, Rebe Wilson e incluso, Michael Bublé.

La vivienda de Drew Scott tiene con tres plantas y un extenso jardín con porche y piscina que rodea toda la casa. El hall ya es un anticipo de la decoración del resto del hogar, con el color blanco como base y la madera como material principal. Los suelos son de parqué de espigas de un tono oscuro, así como las puertas, los marcos de las ventanas y los acabados de las diferentes estancias.

Desde el hall de la vivienda, se accede al despacho principal en el que vamos las primeras notas de color de la casa. Llaman la atención los tonos verdes oscuro de las butacas del escritorio, el sillón carey de color camel que preside el estudio y los cuadros con imágenes vintage que están colgados por las paredes. El estudio destaca por su decoración de estilo retro con elementos nórdicos y de corte clásico, como las paredes de madera de color azul noche perlado que rodean toda la estancia dándole un aire más lujoso pero a la vez acogedor.

Al otro lado de la casa encontramos el gran salón comunicado con el comedor y con vistas a la cocina. Tal y como los mismos propietarios comentaron en su programa, Drew y Linda estaban buscando un estilo 'art decó' llevado al siglo XIX para decoración de su casa, y su salón es un claro ejemplo de ello. Siguen utilizando el blanco como color base, con el uso de materiales lujosos como el mármol blanco para la chimenea triangular, y pequeños puntos de color a través de los muebles como los cuatro sofás diferentes de la estancia: un gran sofá modular en tono azul marino de líneas rectas y respaldo bajo, dos butacas en tono verde esmeralda como los acabados en dorado y un chaise longue individual de estilo nórdico y en tono blanco crudo.

Desde el salón, se accede al comedor a través de un gran arco con moldura que delimita ambas estancias. Destaca en un frente la librería blanca hecha a medida, a través de la cual se tiene acceso y salida al resto de estancias de la casa. Está llena de elementos decorativos como jarrones o las famosas esculturas de perritos globo de Jeff Koons. Enfrente, un grandioso comedor presidido por una mesa de madera reforzada, una enorme lámpara dorada y sillas con respaldo envolvente y claveteado.

Cada rincón de la casa respira personalidad y cada estancia es una continuación de la anterior. Así sucede también con la cocina, que está situada justo después del comedor, creando una circulación mucho más abierta y dinámica en toda la casa. Uno de los elementos que más destacan de la cocina es la espectacular vidriera curva del lado derecho, que le da un giro diferente e inesperado al concepto más tradicional de una cocina. Gracias a ella, la pareja consigue mucha más luz natural en esta estancia creando un espacio más confortable para cocinar. Además, la cocina combina en su decoración tonos blancos y negros, aportando modernidad y elegancia, y cuenta con una preciosa isla central de mármol blanco con taburetes altos que se vuelve la protagonista del espacio.

El dormitorio principal de Drew y Linda transmite sofisticación, elegancia y confort, además de seguir con la línea cromática y el estilo de decorativo del resto de la casa. Las paredes están pintadas de azul noche, al igual que las paredes de madera del despacho y otros muebles de la casa. Tiene una gran cama con un cabecero acolchado con estructura de terciopelo marrón claveteada y el mobiliario es de estilo clásico: las grandes mesillas con lámparas de pantalla redonda, un banco tapizado a los pies de la cama, el tocador y una grandiosa cómoda con cajones y tiradores dorados.

Por supuesto, la habitación cuenta con un espectacular baño integrado en suite protagonizado por una enorme bañera oscura con grifería dorada, con suelos de baldosas bicolor y muebles también de estilo clásico pero con detalles artísticos, como el díptico con motivos vegetales que preside uno de los frentes del baño.

Sin duda, una de las zonas favoritas de la pareja y de sus dos pequeños es su extenso espacio exterior. El jardín rodea toda la casa y cuenta con porche cubierto justo enfrente de la gran piscina rectangular y de la zona de césped que es de tipo artificial. En la última planta de la casa, han creado una segunda terraza en la azotea con vistas panorámicas de la ciudad de Los Ángeles donde han situado una zona chill-out para relajarse y disfrutar aún más del aire libre.

Pero eso no es todo, a la casa de Drew y Linda no le falta ni el más mínimo detalle y justo al lado de la zona del jardín, han construido una segunda casa con dos habitaciones para sus invitados. Esta segunda edificación es de una planta y cuenta con el mismo estilo decorativo que la casa principal, aunque con un aire más vanguardista y colorido.

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