Una vez que se tiene lavavajillas, cuesta vivir sin él. Este electrodoméstico nos mantiene apartados del fregadero y el estropajo, y nos permite disfrutar de nuestra vajilla limpia sin esfuerzo. Ahora bien, es común encontrarse con que los vasos salen blancos del lavavajillas, algo que no afecta a la calidad del vaso, pero que lo afea considerablemente. De hecho, puede que una vez que un vaso ha cogido ese aspecto blancuzco no te sientas cómoda bebiendo de él, por no hablar de que parece inapropiado ofrecerlo en ese estado a las visitas. Por suerte es un problema que tiene fácil solución. Te lo contamos. 

Cuando los vasos se vuelven de ese color blanco desgastado, puedes pensar que el problema está en el vidrio del vaso o en el lavavajillas, que ya no funciona tan bien como al principio. Aunque ambos posibilidades pueden darse, lo más habitual es que la causa esté en la dureza del agua. Hablamos de que el agua es muy dura en una zona cuando tiene una gran cantidad de cal, un mineral que en poco tiempo se adhiere a tus vasos, pero también a los platos, cubiertos, tazas o sartenes. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha elaborado un mapa de España en el que puedes comprobar la dureza del agua de la provincia en la que vives. Una vez que hayas comprobado si el problema viene de la dureza del agua, te contamos cómo puedes evitarlo.

Puede que hasta ahora te hayas limitado a utilizar detergente específico para lavavajillas para limpiar tus platos. Pues bien, ha llegado el momento de que localices el dosificador de sal de tu aparato y añadas sal regeneradora. Eso sí, no debes excederte ni quedarte corta. Comprueba qué cantidad exacta necesita tu lavavajillas según la zona en la que vives y la dureza del agua. Algunos detergentes ya contienen sal de este tipo, pero puede ser insuficiente si el agua es demasiado dura. 

En ocasiones los ciclos de lavado se desajustan y el detergente no interviene en el momento adecuado. Comprueba que los ciclos de lavado funcionan correctamente y haz un ajuste si fuera necesario.

Los detergentes para lavavajillas están en varios formatos: gel, cápsulas, pastillas, polvo… No todos son iguales, así que si el que tienes no funciona como te gustaría, ve probando otras opciones hasta dar con el que mejor deja tus platos y vasos. Si el agua no es muy dura, una pastilla Todo en 1 puede ser la mejor solución.

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