El Feng Shui es una filosofía milenaria que nos ayuda a conseguir equilibrio y bienestar dándonos las claves necesarias para decorar nuestra casa. La búsqueda de la armonía, según esta filosofía China, no reside solo en la elección de muebles con estilo, sino que ofrece pautas para las distintas estancias de la casa relacionadas con la iluminación, la distribución de objetos y los colores. En el caso del dormitorio, el Feng Shui nos dice cómo pintar una habitación de matrimonio, sugiriendo colores que favorecen el descanso y la relación armoniosa. 

Este es el color que recomienda el Feng Shui para pintar una habitación de matrimonio porque el verde nos remite a la naturaleza y, por lo tanto a la vida y al crecimiento. Es un color relajante, que favorece el descanso nocturno y la eliminación del estrés acumulado durante el día, invitando a tener sueños reparadores y creativos, dejando atrás pesadillas o terrores nocturnos. Si te parece excesivo, puedes utilizarlo para una pared de acento o en la colcha, cojines, cortinas…

Para el Feng Shui el rosa es un color lleno de positividad derivado del rojo y, por lo tanto, relacionado con el fuego. El rosa promueve la emocionalidad y el sentimentalismo, pero también la calma, ya que frena la negatividad y los malos pensamientos. Puedes pintar las paredes en un rosa claro para favorecer la luminosidad, sobre todo si lo combinas con el blanco, y utilizar tonalidades más fuertes para textiles y complementos. Si te decides por él, verás qué relajante puede resultar. 

Puede que nunca se te haya ocurrido pintar una habitación de amarillo, pero es uno de los colores que el Feng Shui considera para el dormitorio porque significa poder, fuerza y brío. También está relacionado con la inteligencia y se cree que estimula la creatividad mientras duermes. Eso sí, no se trata de utilizar un amarillo chillón, porque sería demasiado estridente, mientas que un amarillo pastel consigue el efecto que busca esta filosofía china. A la hora de combinarlo, apuesta por colores como el blanco, el beige o tonalidades arena. Los grises pueden ser también buena opción, pero en dosis muy pequeñas.

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