Los espejos en casa no solo son necesarios: también son objetos decorativos. Maisons du Monde es una de esas firmas deco que adoramos no solo porque sus productos destilan estilazo, sino porque lo hace a precios muy competitivos; de ahí que nos hayamos fijado en estos 8 espejos que tienen en común algo: todos cuestan menos de 80 euros.
Algo tan sencillo como un espejo redondo para decorar el vestíbulo o un rincón del salón (o tu habitación) puede convertirse en una pieza de deseo con un detalle sutil que lo hace distinto. En este caso, el espejo Gabriel va encajado en un marco de fibra beige más estrecho arriba y que va aumentando su anchura progresivamente. Esa asimetría le da un toque de distinción que va a alegrar cualquier espacio en el que decidas ponerlo, especialmente si te gusta la decoración de estilo nórdico. En su versión de 55 cm de diámetro cuesta 39,99 euros, y 15 euros más si te decides por el de 70 cm.
También redondo (mide 70 cm de diámetro), Maisons du Monde lo sugiere para cualquier tipo de decoración, pero lo cierto es que su marco de yute fabricado a mano hace de Ethaniel (59,99 euros) un espejo perfecto para aquellas casas de estilo rústico, oriental o ecléctico. Su toque natural aporta calidez a la estancia en la que quieras colocarlo.
El espejo Camilia le va genial a tu estancia si eres amante del mueble tradicional o si, por el contrario, quieres aportar contraste a un espacio moderno. Su moldura de efecto envejecido, rematada con un adorno rococó en la parte superior, hará que tus amistades crean que lo has adquirido en una tienda de antigüedades. Mide 76 cm de ancho por 51 de alto, y cuesta 76,99 euros.
Estos miniespejos de la colección Laly (24,99 euros) miden, marco incluido, 26 cm de diámetro. Dan un juego espectacular para combinarlos como quieras (en diagonal, formando un triángulo, en línea horizontal o vertical…) en esa zona de tu casa en la que nunca sabes bien qué poner. Los marcos de los espejitos Laly están fabricados en ratán, y dan un aire bohemio y natural a tu decoración. ¿Nuestra sugerencia? En una caja de escalera, para alegrar cualquier pared de tu cuarto, en el baño o, sobre todo, en el vestíbulo son una monada.
Este set de tres espejos Apaja (44,99 euros) son una auténtica preciosidad. Al igual que los Laly, los puedes colocar de distintas maneras y jugar, en este caso, con sus formas ovaladas. Su moldura metálica negra ayuda a darle un toque retro años sesenta que le va perfecto a casas con muebles lacados en blanco o que optan por una estética colorista. Miden 42,5x38,5 cm el grande, 33,5x30 el mediano y 30x28 el pequeño.
Si te va el estilo shabby chic (el que pusieron de moda las casas de campo británicas y que mezcla elementos antiguos y modernos) o adoras las piezas hechas con materiales naturales, te va a encantar este espejo redondo con un marco ancho fabricado en cuerda blanca. Mide 45 cm de diámetro, cuesta 76,64 euros y es perfecto para un vestíbulo o para situar sobre la cómoda de una habitación bohemia.
El espejo Gunnar tiene algo de relojes blandos de Dalí, ¿no te parece? Sus formas irregulares le confieren un estilo distinto y original que transformará la pared en la que decidas colocarlo. Puedes elegir entre marco dorado o marco negro, mide 79 cm de altura por 46 de ancho y cuesta 54,99 euros.
Este espejo marrón con entramado metálico (63,99 euros) no es apto para todos los públicos; lo sabemos. Pero su originalidad (parece una ventana con arco de ojiva, similar al las de las catedrales góticas, y lleva una especie de forjado en negro) estriba en que, colocado en cualquier habitación, su aspecto de ventana le va a dar a ese espacio una sensación de amplitud muy llamativa. Paradójicamente, queda mucho mejor con una decoración minimalista.