Cristina Pedroche relata la odisea de la mudanza a su nueva casa: "Todo el día deshaciendo cajas"
La presentadora y su marido se trasladaron el pasado mes de agosto a su nuevo hogar
Las mudanzas son difíciles para todo el mundo. Guardar en cajas todos los recuerdos que llenan un hogar es complicado, pero más difícil aún es tener que colocarlos en las estanterías del nuevo destino. Cristina Pedroche se mudó el pasado mes de agosto a su nueva casa, pero algunos de sus proyectos profesionales habían pausado este proceso de poner todo en orden.
Pedroche y Dabiz Muñoz vivían en un ático en el centro de la capital, en la zona de embajadores. Antes de que la pandemia del coronavirus provocase el confinamiento, la pareja había comenzado un proceso de búsqueda de la que sería su nueva casa. Esta situación provocó que los planes se paralizasen, pero la “nueva normalidad” hizo que se pudiesen reanudar y, desde el pasado mes de agosto, la presentadora y el chef están viviendo en el que ya es su nuevo hogar.
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Lo cierto es que este año la pareja no ha disfrutado de unos días de vacaciones. La presentadora ha estado involucrada en su trabajo y en el curso que ha realizado para ser instructora de yoga, un deporte que lleva practicando desde hace años. Por su lado, Dabiz Muñoz estaba inverso sus restaurantes, pero un accidente provocaba hace unas semanas un incendio en la cocina de Diverxo, algo que han podido reparar rápidamente para reanudar las comidas en el local.
La mudanza de Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz a su nueva casa
Por todo ello, Cristina Pedroche y su marido no habían tenido tiempo, hasta ahora, para colocar en su nueva casa las cajas de la mudanza. “Todo el día deshaciendo cajas. Necesitaré yoga para el dolor de espalda. Reconozco que todo el mes de agosto, con el curso y el trabajo, me he tomado la mudanza con mucha tranquilidad, pero estas son las últimas cajas, ya no queda casi nada”, ha contado la presentadora a través de las redes sociales.
La presentadora ha recordado que hacer una mudanza “es horrible”. “Madre mía, la cantidad de cosas que tenía. Todo lo que he donado, todo lo que he regalado y mis amigas más felices que nunca. Pero ya me queda poco. Eso sí, claro, como la casa es de alquiler, en cuanto me quiera dar cuenta tengo que hacer otra mudanza”, contaba entre risas.