Oídos taponados, una de las sensaciones más comunes en verano: cómo destaparlos sin sufrir ningún daño

Es normal que, con la llegada del verano, el dolor de oídos aumente. Esto se debe a que, durante la temporada de más calor, nos bañamos más en la playa, nos duchamos más y realizamos más actividades dentro del agua. Por eso, una de las complicaciones más comunes será que sintamos que nuestros oídos están taponados. Esta es una sensación muy desagradable, pero que se podrá solucionar fácilmente si se siguen una serie de consejos.

Además, no hará falta acudir al médico, ya que podremos deshacernos de esta molestia desde casa. Aún así, en el caso de que esta dolencia provoque molestias o mareos, lo mejor será acudir a un especialista para que revise lo que sucede.

El oído taponado puede darse por un cambio de presión durante un vuelo, si nos encontramos a muchos metros de altitud o si se nos ha introducido agua en el oído. También, podrá aparecer el conocido cerumen que tendrá propiedades antibacterianas y no será negativo para la salud. Sí que es cierto que podrá provocar ese taponamiento, que hará que no oigamos correctamente. Antes de seguir cualquier recomendación será muy importante que lo hagas con cuidado, ya que el oído es muy delicado.

Una de las formas para deshacernos de ese taponamiento puede ser bostezar varias veces de forma seguida. Para ello, bastará con imitar el movimiento de la boca de cuando bostezas y, además, mirar hacia arriba. Tendrás que repetir la acción tantas veces sea necesario y, además, podrá ser que escuches un chasquido. No deberás preocuparte.

También podrás masticar chicle durante un determinado tiempo. Esto hará que se activen los músculos de la cara, permitiendo la eliminación del exceso de la presión. Además, será un buen consejo para evitar que también se taponen durante un vuelo, un viaje en barco o en coche.

Otra de las claves será beber agua. Al hacerlo, al igual que sucede con el bostezo o con el chicle, también movemos los músculos de la cara. De esta manera, equilibraremos la presión que se encuentra dentro de los oídos. Para ello, deberás colocar el agua en la boca, taparte la nariz con la mano e inclinar la cabeza hacia atrás.

Una última opción será ponerse una gasa en la zona del oído. Para ello, habrá que colocarla sobre la oreja y mantenerla durante unos dos o tres minutos. El calor ayudará a dilatar los canales auditivos para permitir el drenaje y equilibrar la presión.

Como ya hemos comentado, la cera será uno de los principales problemas. Será muy importante que, para deshacernos de ella, no utilicemos bastoncillos, ya que podrán empujar la cera hacia dentro del oído, aumentando la infección. Para eliminar el tapón habrá que dejar el agua correr dentro y fuera de él mientras te bañas y limpiar, después, con una toalla.

Eso sí, puede ser que, en algunas ocasiones, necesitemos acudir a la consulta de un profesional. Por eso, en el caso de que no mejore con la presión o si empeora con el tiempo y, también, si aparece fiebre, será muy importante ir al médico para que las consecuencias no sean peores.