Es muy probable que no sepas todo lo que tienes en la nevera. Es por eso que, con el paso del tiempo, observamos como esta desprende un mal olor cuando la abrimos. En la mayoría de ocasiones, esto se debe a que hay algún alimento en mal estado. Por eso, será muy importante identificarlos antes de que los comamos o de que produzcan ese mal olor.
El alimento contaminado será aquel que contenga algún agente vivo o una sustancia química que sea peligrosa para la salud de aquel quien lo consume. Las bacterias y los patógenos suelen desarrollarse porque se conservan correctamente los alimentos. En estos casos será muy importante controlar muy bien la temperatura a la que están expuestos.
Para identificar que los vegetales están en mal estado habrá que echar un vistazo al estado de sus hojas. Si estas están más reblandecidas o con un color marrón, esto nos indicará que están echadas a perder. En el caso de las zanahorias, por ejemplo, observaremos que están especialmente blandas.
También, en el caso de las verduras será muy probable que cambien de color con facilidad cuando no están en buen estado. En la coliflor habrá que observar los ramos y si tienen algunas manchas marrones. En estos casos, se podrán eliminar, cortándolas y sí que podremos ingerirlas.
Otro indicativo de que la comida no está en su mejor momento es la aparición del moho. Estos pueden contener algún tipo de bacteria que hará que lleguemos a enfermar. En el caso de las personas alérgicas, esto podrá ser fatal para ellos y podrán llegar a enfermar.
Algunas verduras como la lechuga tendrán una apariencia más flácida, debido a que la falta de humedad hace que las células pierdan su forma. Así, se volverán más blandas y delgadas.
En el caso de que percibamos un fuerte y mal olor, esto también será un sinónimo de que habrá que tirar esos alimentos. Si el olor es a rancio o acre, así como fuerte, lo más recomendable será no arriesgarse. De la misma forma, habrá que tener en cuenta la textura.