El inodoro es uno de los objetos de la casa y del baño que más puede ensuciarse, por eso, limpiarlo es una de las tareas que más complicadas y tediosas si muy sucio. Y es que es un lugar donde se acumula mucha suciedad debido a su frecuente uso, por lo que será muy importante saber cómo limpiarlo para acabar con todas las manchas fácilmente.

Lo más importante será realizar una limpieza inicial. Para ello, lo mejor será que viertas vinagre blanco lo dejes reposar durante toda la noche. Será muy importante cerrar bien la tapa y tratar de no usarlo durante ese tiempo. Esto servirá para hacer una limpieza que, aunque no será muy profunda, sí efectiva, ya que quitará todas las manchas y la suciedad más superficial.

El siguiente paso será rascas con una escobilla de baño antes de eliminar el vinagre. Deberás frotar muy bien por todos los huecos, en el interior y sus bordes, para tratar de levantar toda la suciedad más superficial, que se irá cuando tires de la cisterna.

Una vez has quitado las manchas más superficiales, es el momento de limpiar el inodoro con un limpiador específico. Para frotar, lo mejor será usar un estropajo también especial de baño, primero con la parte rugosa y, después, con la parte de la esponja. Igual que con la escobilla, habrá que frotar bien por todos los huecos. Esta vez, además, habrá que limpiarlo también por toda la parte exterior.

Será muy importante saber qué tipo de mancha es. De esta forma, será mucho más fácil dejarlo como nuevo. Para aquellas manchas de agua dura, como pueden ser las marrones o las rosas, puedes optar por varias formas. Una de ellas será haciendo uso de la piedra pómez, una técnica muy eficaz para limpiar todas las manchas. Solamente con remojar la piedra durante unos minutos y restregar sobre las manchas, estas desaparecerán.

En el caso de que las manchas sean de moho tendrás que tener en cuenta que estarán provocadas por la humedad. Para deshacerte de ellas podrás usar vino blanco. Para ello, deberás utilizar media taza de vino blanco que se rociará en el interior del inodoro o sobre el moho. También, la lejía será uno de tus mayores aliados, al igual que el aceite de árbol de té, vertiendo unas diez gotas de aceite en el inodoro.

En cualquier caso, lo más recomendable será usar protección para los ojos y para las manos, ya que la mayoría de productos químicos pueden irritar la piel. También, será muy importante limpiar bien la tapa y las zonas situadas debajo de la misma. Otra buena idea será mezclar un poco de lejía con agua en el portaescobillas para mantener el cepillo más limpio y fresco.