El hipo no es perjudicial pero sí es bastante molesto. Es por eso que siempre hemos oído una infinidad de consejos para deshacernos de él, aunque eso sí, no todos funcionan igual ni lo hacen con la misma rapidez.
El hipo se produce por una contracción espasmódica, involuntaria y repetitiva del diafragma y de los músculos inspiratorios que suele provocar una inspiración súbita. También, se produce un cierre brusco de la glotis que hace que se produzca ese sonido que es tan peculiar. Lo más recomendable será que tengas mucha paciencia para que puedas acabar con él, ya que podrá alargarse y extenderse hasta la media hora.
Un buen truco será apretarse los oídos con los dedos mientras sorbes un vaso de agua a través de una pajita.
También es muy conocido el truco de beber agua por el lado incorrecto del vaso. Esto te obligará a beber boca abajo, mientras doblas poco a poco el torso para que no se derrame el agua. Por tanto, se normalizará la respiración y el trabajo del diafragma y de los músculos respiratorios.
Otra opción conocida será la de aguantar la respiración. Para ello, deberás taparte la nariz y aguantar lo máximo que puedas. Suele funcionar si repites este proceso durante un tiempo.
Podrás realizar también respiraciones abdominales. Para hacerlo deberás coger aire lentamente sintiendo cómo se llena el abdomen. Luego, habrá que aguantarla unos diez o veinte segundos. Seguidamente, deberás dejar ir el aire de forma lenta mientras se deshincha el abdomen.
Otra alternativa será tumbarte de espalda o sentarte. De esta forma, deberá intentar tocarte los dedos de los pies.
En el caso de que tengas un bebé y quieras acabar con el hipo, lo mejor será que le des el pecho o el biberón.