La Flor de Pascua puede sobrevivir más allá de la Navidad: las claves para cuidarla y conservarla todo el año
La Flor de Pascua es una planta que sobrevive incluso después de Navidad.
Para que nos acompañe durante muchos meses tendremos que seguir unos determinados cuidados.
Será muy importante regarla bien, que le dé una buena luz y podarla cuando lo necesite.
La Flor de Pascua es una de las plantas más bonitas que podemos encontrar. Será muy típico hacerse con una durante la Navidad, pero debemos saber que aguantará en los meses siguientes sin problema. Eso sí, se trata de una especie delicada y que requerirá de una serie de cuidados que debemos seguir para mantenerla viva y lustrosa.
1. En invierno el riego debe ser abundante
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Su frecuencia de riego será muy importante, ya que, debido a su exceso o a su falta, no tardará mucho tiempo en perder las hojas. Por eso, será importante correctamente.
El riego dependerá de la época. En invierno será importante que sea abundante, sobre todo al principio del mismo, que será su época de floración. Lo normal será unas dos veces por semana. De esta manera, el sustrato siempre estará húmedo.
2. Reducir el agua en verano
En el caso del verano, la Flor de Pascua deberá ser menos regada, reduciendo su frecuencia a una vez por semana. Solo será recomendable regalarla mucho en aquellos climas que son especialmente secos y calurosos, en los que necesitarás aumentar la frecuencia de riego. En cualquier caso, para saber cuándo hay que regarla habrá que prestar atención a las hojas.
3. No habrá que verter agua ni pulverizar sobre ella
Una vez que ya sabes cuándo debes regalarla será muy importante a que aprendas cómo hacerlo. No habrá que verter agua ni pulverizar sobre ella, ya que lo mejor será que las hojas no estén en contacto con una humedad excesiva.
4. Realizar la técnica de la inmersión
Para regalarla bien deberás dejar la Flor en una maceta con agujeros de drenaje y verter el agua en el recipiente que la sostiene. De esta forma, el sustrato y las propias raíces absorberán la cantidad que realmente necesiten. Eso sí, conviene dejar la planta en inmersión durante unos diez minutos como máximo o un poco más si la tierra estaba muy seca al comenzar a regarla. Este tipo de riego se conoce como riego de inmersión y es bastante habitual en algunas especies de plantas, como las orquídeas.
5. Colocarla en un lugar con luz
Además de regarla adecuadamente habrá que tener en cuenta otras cuestiones. Para cuidarla de forma óptima tendrá que darle buena luz a la planta, contar con un buen abono y hacer una buena poda cuando la planta lo necesite.