La cuarentena generada debido a la crisis sanitaria hizo que millones de españoles tuvieran que pasar meses sin salir prácticamente de casa. Los vips hicieron lo propio. Y gracias a sus redes sociales pudimos acceder a una parte de sus vidas que suele permanecer desconocida: colarnos en sus hogares. Así ocurrió con la casa baja de Blanca Suárez en el madrileño barrio de Salamanca, o con el céntrico piso de Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz, entre otros muchos.
Tamara Falcó pasó la cuarentena en casa de su madre Isabel Preysler, la eterna Villa Meona. Desde allí tuvo que afrontar la muerte en el mes de marzo de su padre, el marqués de Griñón. La casa, situada en la exclusiva zona madrileña de Puerta de Hierro, lleva siendo la residencia de Isabel desde su matrimonio con Miguel Boyer. Y desde entonces, ha permanecido como un fortín, foco del interés mediático, pero infranqueable excepto en dos ocasiones. En los noventa, la socialité protagonizó un reportaje en ella en la revista ¡Hola! Y más recientemente el público pudo volver a visualizar parte de sus más de 1.300 metros cuadrados con la entrevista a Tamara en 'Mi casa es la tuya'.
Durante el confinamiento, la mayor cantidad de horas que Falcó pasó en la villa hizo que, desde sus redes sociales, mostrase a sus seguidores con mayor asiduidad algunas partes y estancias de la casa. Pudimos verla relajada en su espectacular piscina cubierta, de picnic en su propio jardín o mostrando los collages de fotos que hace la matriarca. Y ahora, Tamara ha querido ir un paso más allá y desvelar a sus seguidores cuál es su rincón favorito de la mansión y por qué.
Lo ha hecho en su cuenta de Instagram, donde ha compartido una imagen de su preferida de Villa Meona. Una fotografía en la que muestra un rincón de una de las habitaciones, una esquina pensada para la lectura, un hábito al que la única hija fruto del matrimonio entre Isabel Preysler y Carlos Falcó es muy aficionada.
El rincón cuenta con un diván de estilo Chesterfield en tono chocolate para poder leer cómodamente. Desde el amplio ventanal, que dota a la zona de buena cantidad de luz y está parcialmente cubierto por unas largas cortinas en blanco, se ven varios de los altos árboles del jardín. Completan la escena una alfombra en tono crudo y un pequeño mueble bajo sobre el que descansan varios libros y una vela verde.
Siempre en compañía de su querida Jacinta, el caniche toy Apricot que hace las delicias de su público, Tamara confirmaba a sus seguidores en el texto que acompañaba a la publicación que este es el rincón favorito de la vivienda. Y aprovechaba para lanzar a sus más de 800 mil seguidores una pregunta, interesándose por sus zonas preferidas. "Toda casa tiene un rincón favorito (y una compañera favorita) ¿Cuál es el vuestro?", quería saber la ganadora de MasterChef Celebrity 4.
Semanas después del fallecimiento de Carlos Falcó se daban a conocer sus últimas voluntades. Y fue entonces cuando supimos que, frente a lo que parecía previsto inicialmente, Falcó había decidido ceder uno de sus títulos nobiliarios a su hija Tamara. La de marqués de Griñón era una de las distinciones más destacadas de Falcó, que daba nombre a sus aceites y vinos. "Gracias, papi, por dejarme el legado más bonito que se le puede dejar a una hija: tu amor", afirmaba Tamara en Instagram tras conocerse el testamento de su padre.
Algunos medios comenzaron a referirse ya a la empresaria como la nueva marquesa de Griñón. Pero, como ella misma confirmó posteriormente, la cesión del título no es tan sencilla. Tamara no será oficialmente marquesa hasta que la sucesión sea aprobada por el rey Felipe VI, y esta decisión se publique en el Boletín Oficial del Estado. "Aún no soy marquesa hasta que lo decida el rey”, comentaba Tamara a la prensa.