Llega puntual a su cita. Sonriente y educado pero tímido. Y eso nos sorprende. Nos acompaña cada tarde en Divinity en uno de los programas más gamberros de la tele pero cuando le hemos sacado del plató hemos descubierto a un Nando muy diferente. El presentador de 'Cazamariposas' es mucho más callado y vergonzoso de lo que imaginábamos. "Me gustaría ser como soy en la tele", nos confiesa durante nuestra charla. "Fuera soy más introvertido porque tengo un punto de inseguridad".
Sin embargo, hay cosas que traspasan la pantalla y que no cambian ni dentro ni fuera del plató. Nando transmite verdad y sinceridad. No oculta nada y pese a la sorprendente timidez que hemos descubierto en los primeros minutos de nuestro encuentro, el periodista no esquiva ninguna cuestión. "Me puedes preguntar sobre lo que quieras", me dice minutos antes de empezar la entrevista. Es cierto. Nando no evita ningún tema. Sus padres, su chico, los derechos LGTBI, su difícil etapa en el colegio... Responde a todo y lo hace de forma honesta y clara.
Mantiene una tímida sonrisa y nos habla de su chico. Del impacto que tuvo compartir una simple foto con él hace unas semanas en Instagram. "Tengo que tener más cuidado". Y es que su novio vive ajeno a su éxito. Se nota que Nando es muy de los suyos. De esos que siempre están cerca y siempre tienen tiempo para la gente a la que quiere. Por eso, cuando habla de sus padres se toma su tiempo, respira y responde. Nos habla de lo duro que fue perderles en tan poco tiempo a los dos. "He aprendido a ser un poco más agradecido. Es que a veces damos por hecho la siguiente respiración", nos dice son semblante serio a la vez que reconoce que su mayor deseo es "tocar muchas vidas" y nos confiesa que "ahora las cosas van mejor".
Texto: Vanessa Martín / Fotografía: Rafa Ríos y Adasat Barroso / Maquillaje: Cristo Rodríguez