Durante unos años, Fernando Ramallo se convirtió en uno de los actores más exitosos de nuestro país. Todo gracias a dos películas, La buena vida y Krámpack, que le llevaron a la fama. Pero su última aparición en la cine fue en el año 2018 con la película Casi cuarenta y, a partir de ese momento, son pocos los datos que tenemos sobre el actor. Pero, ¿a qué se dedica actualmente?

Fernando nació en el barrio de Argüelles de Madrid en 1980. Comenzó en el cine de forma casual ya que se coló en un casting que estaba haciendo el director David Trueba en el Instituto Joaquín Turina en Madrid. Fue ahí donde el director se dio cuenta del gran potencial de Ramallo y quiso que interpretara a Tristán en la película La buena vida. Y no solamente lo vio él. 

Al año siguiente, Fernando fue nominado a los Premios Goya como Mejor Actor Revelación por la película Carreteras secundarias. Después de eso, sus apariciones en televisión y en el cine comenzaron a ser menos constantes. Así, tres años más tarde interpretó a Ramón en El corazón del guerrero y a Dani en Krámpack, este último considerado uno de sus mejores papeles en la gran pantalla. 

Uno de sus últimos trabajos fue la superproducción El corazón de la tierra, en la que vemos a un Fernando con un físico muy cambiado. Luego, apareció en la película Casi 40, también, de David Trueba, entendida como una segunda parte del largometraje que le había llevado a la fama. Además, ha trabajado en distintas series de televisión como London Street, Ellas son así, Diez en Ibiza, Hay alguien ahí y Víctor Ros. También, ha trabajado en teatro. 

Una de las últimas noticias que tenemos del actor fue su aparición en el programa ‘La Resistencia’ de David Broncano. Fernando acudió como un mero espectador y, al ser preguntado sobre quién era la persona del público que había hecho la acción más tacaña, todas las miradas se posaron en él. El actor confesó que había utilizado una ropa para acudir al estreno de su misma película, la había usado con las etiquetas y luego la había devuelto. Este hecho suscitó las risas de todas las personas que estaban ahí sentadas y el interés del presentador. 

En una entrevista, este mismo verano, Fernando comentó que sus comienzos no habían sido nada fáciles. Había nacido en un barrio que había estado marcado por el movimiento skin head y él siempre había sido un blanco fácil. “Trueba me eligió porque era un niño viejo, un chaval muy atormentado”, comentó al ser preguntado en El Confidencial. 

Respecto a todo el dinero que ganó en los mejores años de su carrera, Fernando comentó que lo había hecho muy bien, que habían sido sus padres quienes habían gestionado sus ingresos. “Gasté mucho dinero en una clínica de Sol en la que me quitaban el acné, que por otra parte era necesario para mi trabajo. Y, también, invertí en formación”, explicó al mencionado periódico. 

Después de que su teléfono dejase de sonar, Fernando tuvo que reinventarse. Así, se hizo teleoperador, trabajó como animador en fiestas de niños y, además, fue dependiente en una tienda de ropa. Ahora, ha decidido abrirse un canal donde sube sus propios vídeos. Su único objetivo es tener una vía para comunicarse y, sobre todo, para explicarle a los jóvenes actores cómo funciona el mundo.