8 años, cantante y compositora: así es Blue Ivy, la primogénita de Beyonce y Jay Z
Blue Ivy Carter se ha convertido en toda una estrella y ya ha sido premiada por su labor como compositora.
Perteneciente a una de las familias más exitosas en el mundo de la música, parece que la pequeña, de ocho años, ha heredado ese don que también tienen sus padres, Jay-Z y Beyoncé.
La familia Carter es una de las más reconocidas y millonarias del panorama internacional. Beyoncé, Jay-Z, Blue Ivy, Rumi y Sir amasan una fortuna de muchos millones de dólares, a pesar de que estos tres últimos no han cumplido ni los diez años. La pareja se ha convertido en todo un referente en la música y parece que su hija mayor va por el mismo camino. Blue Ivy ha sido nominada a varios premios y la han galardonado por su labor como compositora y cantante. Han sido sus padres quienes le han inculcado la pasión por la música y, a sus ocho años, la pequeña se ha convertido en una buena sucesora de Beyoncé y Jay-Z. Además, Blue Ivy se desenvuelve con total desparpajo en los vídeos musicales de su madre y en las alfombras rojas que ha pisado. Por eso, tiene todas las papeletas para convertirse en una gran estrella.
El éxito de la familia Carter
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La historia de amor entre Beyoncé y Jay-Z comenzó hace más de veinte años. Ambos se conocieron en 1999, pero no fue hasta cinco años después cuando el romance se hizo público. La pareja comenzó a salir cuando la cantante americana tenía, tan solo, 21 años -Jay-Z es once años mayor que ella-. Pasaron por el altar en el 2008 y cuatro años más tarde llegó al mundo su primera hija, Blue Ivy Carter. Según apuntaron varios medios en su momento, la pareja había elegido este nombre porque es el número cuatro en números romanos, que tiene un significado muy especial para Beyoncé y Jay-Z. Además, por aquel entonces, el último disco de Beyoncé se llamó ‘4’.
Para aquel entonces, la pareja ya había formado su propia discográfica y habían triunfado en el videoclip de Bonnie & Clyde. Y Beyoncé se encontraba inmersa en una gira mundial que le llevó por todos los países del mundo. Como broche, esperaban su primera hija. No les faltaba de nada. Aunque todo parecía ir viento en popa, lo cierto es que, en una entrevista en 2017, Jay-Z admitió que le había sido infiel a su mujer en alguna ocasión. Aún así, ella había conseguido perdonarle y habían seguido hacia delante con su matrimonio.
Además, el artista admitió que la música les había servido como terapia a ambos, para poder superar ese momento, al que consideraron el más complicado de su vida. Así, ambos publicaron sendos álbumes poco tiempo después con mensajes sobre lo ocurrido: en su disco, Lemon, Beyoncé habló de la traición y del engaño.; por su parte, Jay-Z, en 4:44, pidió perdón. El broche final lo puso el tatuaje que el cantante se hizo en el dedo con el número cuatro.
Fue el 1 de febrero de 2017 cuando la artista utilizó su cuenta de Instagram para anunciar que estaba embarazada de nuevo. El 14 de julio presentó a los gemelos Rumi y Sir Carter, el día en el que los pequeños cumplían un mes de edad. A partir de ese momento, ambos se han volcado en la educación de sus tres hijos. Y, ahora, a sus ocho años, es Blue Ivy quien les está dando a sus padres una lección de perseverancia. Con tan solo siete años, la pequeña se hizo con un galardón como compositora en los Premios BET Soul Train por su trabajo en Brown Skin Girl de Beyoncé. La joven no solo ayudó a su madre con la canción, sino que, también, le hizo los coros y pudo disfrutar de su éxito.
Una vida de lujos y un premio como compositora
Lo cierto es que, desde que nació, la primogénita de Jay-Z y Beyoncé ha vivido rodeada de lujos. Además, actualmente, es considerada como una de las niñas más poderosas a nivel internacional. En el año 2018, Forbes apuntó que la fortuna de la familia superaba los 1,25 billones de dólares, donde 900 millones habían sido aportados por Jay-Z. También, Blue Ivy tiene un espectacular armario, donde guarda prendas realmente caras y cuenta con un estilista personal, que le elige cada uno de sus outfits. En alguna ocasión, Beyoncé ha contado que las marcas preferidas de su hija son Gucci y Dolce & Gabbana.
A todos estos privilegios, se le suman un chef personal, un guardaespaldas las 24 horas del día, dos niñeras y un profesor particular de baile. Aún así, a pesar de todos estos lujos que tiene al alcance de la mano, Beyoncé y Jay-Z ya han expresado, en más de una ocasión, que quieren que sus hijos aprendan lo que es el esfuerzo. Y, también, lo que es no tener dinero para comer. Ambos vienen de familias humildes y, por eso, no quieren que sus hijos ignoren sus orígenes. Así, los Carter quieren que sus hijos aprendan lo que cuesta conseguir las cosas.