Del llanto de Rocío Carrasco al íntimo entierro en Chipiona: los momentos inolvidables del funeral de Rocío Jurado
Rocío Jurado falleció en el 2006 debido a un cáncer de páncreas.
Su funeral se convirtió en un evento multitudinario, donde no faltaron las lágrimas de sus familiares y fans.
Durante su último adiós se vivieron momentos emotivos y complicados.
Rocío Jurado murió en junio de 2006 tras una larga enfermedad. La cantante dejó a todos sus fans y a su familia totalmente rotas. Un hecho que se mostró en su funeral, que conllevó una multitudinaria despedida en su pueblo, Chipiona. Fue allí donde su hermano Amador y su marido, Ortega Cano, cargaron en sus hombros el ataúd de Rocío, mientras no podían contener las lágrimas.
Al santuario de la Virgen de Regla, uno de los lugares favoritos de la tonadillera, acudieron numerosos rostros conocidos, aunque quien se llevó toda la atención fue su hija, Rocío Carrasco. Pero, ¿cuáles son los momentos de ese funeral que no podremos quitar nunca de nuestra mente?
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Rocío Jurado falleció debido a un cáncer de páncreas
Rocío Mohedano Jurado falleció en su casa de La Moraleja cómo ella mismo quiso; rodeada de sus hijos, de su marido y de sus hermanos. Toda su familia lo había intentado todo; se habían desplazado hasta Houston para intentar curar el cáncer de páncreas que le habían descubierto en septiembre de 2004. Además, ella tenía todas las ganas del mundo de curarse y pocas veces dejó de subirse al escenario, incluso cuando la enfermedad ya comenzaba a mostrar sus efectos más duros.
En sus últimos años de vida, Rocío estuvo acompañada de José Ortega Cano. Ambos pasaron por el altar en febrero de 1995 y pronto convirtieron en realidad uno de los deseos del torero; convertirse en padre. Así, la pareja adoptó a dos niños, Gloria Camila y José Fernando, completando su familia y haciéndoles los más felices del mundo.
El funeral fue celebrado en su tierra, en Chipiona
A pesar de sus ganas de curarse, la enfermedad fue agravándose y Rocío acabó falleciendo el 1 de junio de 2006. Tras su fallecimiento, sus restos fueron trasladados hasta la localidad de Chipiona, que le había visto crecer y donde había pasado sus mejores momentos desde el balcón donde veía a la Virgen de Regla. Antes de comenzar con el funeral se produjo uno de los momentos más emotivos y especiales; Los Marismeños entonaron una salve rociera, que hizo que se saltaran las lágrimas de los allí presentes.
Uno de los momentos más esperados fue la aparición de Rocío Carrasco
Uno de los momentos más esperados fue la presencia de Rocío Carrasco. La hija de la cantante estaba totalmente destrozada, ya que había fallecido una de las piezas más fundamentales de su vida. A su llegada, Rocío no pudo contener el llanto y se abrazó a varios de sus familiares, que no dudaron en arroparla en ese momento tan complicado.
Al funeral acudieron rostros como Julio Iglesias o Pepe de Lucía
Fue a mediodía cuando se inició el funeral y el féretro estaba cubierto con las banderas de España y Andalucía. Además, también acudieron una infinidad de autoridades, como la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez; el presidente del PP de Andalucía, Javier Arenas y la por entonces alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez. También, fueron muchos los artistas que decidieron acudir al funeral, como fue el caso de Julio Iglesias, Curro Romero y Carmen Tello, Antonio Burgos, María José Santiago y Pepe de Lucía.
El entierro se produjo en la más estricta intimidad
La ceremonia fue oficiada por el obispo de Jerez de la Frontera, Juan del Río, y se prolongó hasta la hora. Además, en todo momento se escucharon palabras de admiración hacia Rocío Jurado. Eso sí, a pesar de que despedida fue multitudinaria, su último adiós se celebró en la más estricta intimidad. 'La más grande' fue enterrada en el centro del cementerio de Chipiona, su tierra.