Cómo lavar los tápers para eliminar la grasa: el lavaplatos no es la solución

En el cajón de los tápers cabe un pueblo entero con unidades de todos los tamaños, formas y tapas de colores. El uso de tápers reduce el gasto en papel de aluminio o film de plástico lo que ayuda a disminuir el impacto medioambiental que genera nuestro hogar. El único problema es que ciertos alimentos o recetas los impregnan de una película de grasa difícil de quitar. En Divinity vamos a mostrar cómo lavar tápers en profundidad eliminando hasta el último resquicio de grasa y el mal olor que acaban cogiendo.

Un táper que ha albergado en la nevera o camino del trabajo un guiso, unas anchoas en aceite de oliva, un atún en escabeche o unos boquerones en vinagre, queso… una vez vacío, quedará salpicado de gotas de grasa y de una fina película que lo enturbia. La primera opción que se presenta es meterlo en el lavavajillas, sin embargo, muchas veces no salen limpios completamente y además terminan deformándose por haber estado expuestos al calor del electrodoméstico demasiado tiempo.  

Por las redes corre un truco que parece la solución definitiva para eliminar la grasa de los tápers y en Divinity lo hemos querido comprobar para ver si realmente funciona.

Consiste en lo siguiente:

  1. Llenar el táper hasta dos tercios de su capacidad con agua templada.
  2. Añadir unas gotas de jabón lavavajillas para fregar los platos a mano.
  3. Introducir en el agua con jabón dos trozos de papel de cocina.
  4. Cerrar el táper con su tapa y agitar animadamente un minuto.
  5. Abrir el táper y vaciar su contenido.
  6. Enjuagar.

La verdad es que el táper queda absolutamente libre de grasa y suciedad sin ningún esfuerzo y rápidamente. A este sencillo truco se añaden otros métodos para eliminar la grasa de los tápers, el mal olor del que a veces se impregnan o el color rojizo de las recetas con tomate.

El mejor método para eliminar el olor y la grasa consiste en llenar el táper a partes iguales de agua caliente y vinagre blanco de limpieza y dejarlo en remojo entre 10 y 15 minutos. Después, se desecha la mezcla y se lava el recipiente con un estropajo y jabón de lavavajillas.

Por su parte, el color rojizo del tomate o de los colorantes alimentarios se puede eliminar utilizando bicarbonato de sodio además del vinagre blanco. Consiste en espolvorear el bicarbonato por toda la superficie interior del recipiente y después frotarla con una esponja empapada en vinagre blanco de limpieza. De este modo desaparecen esas manchas que habían teñido las paredes del táper. A continuación, se lava con el estropajo, jabón y agua caliente y por último se seca con un trapo limpio.