El salón es el corazón de cualquier hogar, un espacio donde la familia se reúne, los amigos se congregan y los momentos memorables se crean. Por lo tanto, decorarlo de manera acogedora y que vaya con tu estilo de vida es fundamental para crear un ambiente que refleje tu personalidad. Si estás buscando ideas para transformar tu salón en un oasis de confort y elegancia, además de proponerte la inspiración perfecta, te contamos algunos de los puntos clave que debes tener en cuenta antes de decidirte por un cambio.

Antes de comenzar a decorar, es importante tener en claro cuál es tu estilo personal. ¿Prefieres un ambiente moderno y minimalista o te inclinas más hacia un estilo rústico y acogedor? ¿Te atraen los colores llamativos o prefieres tonos más neutros y relajantes? Definir tu estilo te ayudará a tomar decisiones coherentes a lo largo del proceso de decoración. Por otro lado, antes de decantarte por un tipo de decoración u otra, experimenta con diferentes disposiciones para encontrar la que mejor se adapte a tus necesidades y al tamaño de tu espacio.

La iluminación adecuada puede transformar por completo la atmósfera de un salón. Combina diferentes fuentes de luz, como lámparas de pie, apliques de pared y lámparas de techo, para crear un ambiente equilibrado y acogedor. Además, presta atención a los tejidos, pues son una forma excelente de añadir calidez y textura a cualquier espacio. Introduce cojines, mantas, alfombras y cortinas en una variedad de texturas y patrones para crear un ambiente visualmente interesante. Y recuerda, no temas mezclar y combinar diferentes tejidos para lograr un efecto más dinámico.

No te olvides tampoco de crear un punto focal ya que puede ayudar a dirigir la atención y aportar interés visual a tu salón. Puedes crearlo mediante la colocación de una pieza de mobiliario llamativa, como un sofá de diseño, una chimenea o un cuadro o escultura llamativo. Eso sí, asegúrate de que este punto sea el centro de atención y que el resto de la decoración lo complemente sin competir con él.

Y para que entiendas lo que te explicamos, a continuación te mostramos algunas propuestas cargadas de buen gusto con las que te inspirarás seguro.

Muebles de inspiración retro, acabados en madera, volúmenes y altas dosis de color en donde los juegos de contrastes se tornan clave.

Dos de los materiales que más de moda están ahora y que con el blanco encajan a la perfección. Ideal para los que buscan un espacio acogedor y atemporal.

Ligeras pinceladas en detalles como mesillas, libros o algún marco que harán las delicias de las más románticas.

Tonos verdes, ratán, mimbre, muebles inspirados en la naturaleza y verde por doquier.

El espacio de almacenaje también resulta clave, y los aparadores que se fijan a la pared son una alternativa muy efectiva y estética.

Jugar con la misma gama de color y hacer que los juegos de texturas se conviertan en los protagonistas es la clave del éxito en estos casos.

No hay nada más llamativo que llenar una pared de ilustraciones y cuadros bonitos (o fotos). Solo de ti dependerá jugar con el estilo de los marcos para personalizarlo aún más.

Jugar con alfombras y cojines en donde se mezclen diferentes estampados es una manera fácil y económica de dar un lavado de cara a tu salón sin tener que complicarte demasiado.

Los más ‘culturetas’ pueden montar una librería sencilla para almacenar todos sus libros e integrarla en el salón mediante mobiliario de estilo retro. No falla.

Un ‘mix’ de las dos ideas anteriores, pero combinadas en un equilibrio perfecto que se logra al añadir varios cuadros y estanterías en la pared principal del salón.

Molduras y grandes espejos combinadas con muebles más ‘arty’ serán una opción ideal en las casa antiguas.

Para romper con la monotonía en los salones más sencillos, no hay nada como añadir una lámpara más moderna que rompa con la estética y le dé un giro.