De la enfermedad de su padre a su "intermitente" instinto maternal: el lado más desconocido y familiar de Inma Cuesta
Conocemos la faceta más desconocida y familiar de la actriz: de ser "la escudera" de su padre en su lucha contra una dura enfermedad a sus deseos "intermitentes" de ser madre
Si hablamos de Inma Cuesta lo hacemos de una de las actrices más admiradas y valoradas de nuestro país. La actriz dispone en su currículum de tres nominaciones a los premio Goya por su impecable trabajo en películas como ‘La voz dormida’ o ‘La novia’. No existe director que no quiera contar con ella en sus proyectos, debido a que su presencia en el reparto es sinónimo de éxito garantizado. Pese a que conocemos al dedillo cómo ha sido su trayectoria y cada uno de sus trabajos en el mundo de la interpretación, esta valenciana criada desde los seis años en Arquillos, un pueblo de Jaén, ha tratado de alejar de la prensa los detalles más íntimos de su vida privada.
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Desde que tiene uso de razón, Inma ha sido una apasionada del arte y no existe vertiente que no haya experimentado. “Me apasiona la fotografía, me gusta dibujar, hacer collages… No pienso en ello de manera profesional, para mí son otras maneras de crear y contar historias”, explicaba ella misma en un encuentro digital en ‘El Mundo’. Era una niña “callejera, guasona y burlona; pero muy inteligente y muy hormiguita”, en palabras de Diego Cuesta, su propio padre. Su tiempo libre lo cubría el cante, el baile, la lectura y la pintura. Llegó incluso a componer con la guitarra, la cual habría aprendido a tocar por su propia cuenta.
Así es cómo Bruja, apodo cariñoso que le puso su familia, empezó a labrar la base de una carrera prometedora. En su casa siempre encontró apoyo y comprensión por parte de sus padres y de sus dos hermanos. Precisamente a Fátima, una de sus hermanas, la conocimos a través de sus redes sociales, las cuales no utiliza de forma constante ya que admite que le parece “peligrosa la sobreexposición, le da pudor y no cree que aporte mucho".
“Ella. Mi raíz, mi casa, mi cómplice, mi compañera de juegos, la niña de mis ojos y una de mis personas favoritas”, escribía en un post en el que posaban juntas. A pesar de que usara un hashtag con la frase ‘como dos gotas de agua’, sus seguidores se quedaron asombrados porque no veían mucho parecido entre ellas: “Cada una ha salido a una rama de la familia, muy guapas las dos”, eran algunos de los comentarios que se podían leer.
Pese a la fama, en su pueblo la siguen conociendo como ‘la hija del tapicero’, oficio al que se ha dedicado su padre toda la vida. Este 2020, sin duda, ha sido el más complejo para su entorno y del que más lecciones de vida han extraído. Inma afrontaba su peor papel y se convertía en “la escudera” de Diego, su padre, en su lucha contra una dura enfermedad. “Gracias a todos los que me habéis sujetado fuerte desde la distancia: a mi tía Conchi, a mis hermanos y a mi madre. Juntos somos invencible”, comentaba en su último post de 2020, en el que pedía a sus seguidores que “celebraran la vida cada instante”.
El instinto maternal “intermitente” de Inma Cuesta
A pesar de exponer muy poco su lado más íntimo, la actriz no tiene problema en ponerse frente a los micrófonos para responder a las preguntas de los reporteros cuando asiste a eventos, premieres o alfombras rojas. En una de estas ocasiones, hace justo dos años, Cuesta hacía frente a la pregunta del millón: ‘¿Cómo está su instinto maternal’. Pregunta que conseguía una respuesta tajante e inmediata. “Intermitente, intermitente. Gracias a la vida esto ha empezado a tomar otra dimensión y ya no nos pasa solo a las mujeres que nos pregunten de este tema, porque a mí me molestaba un poco”, reivindicaba.
Inma aclaraba que “lo ve complejo el tema” y que aún “no sabía lo que va a pasar, que tenía dudas constantes”, pero que por ahora cubre esto con el amor de su sobrino y de su perro. Rumba, así se llama su mascota, acompaña a la intérprete cuando por culpa de sus rodajes tiene que trasladarse a vivir a otro lugar. “Es mi hija, se porta muy bien. Es una perra que está muy acostumbrada, ha venido a casi todos los rodajes, y a veces le dejan salir en una escena o un plano”, afirmaba en una entrevista para ‘La voz de Galicia’.