No eres nadie si aún no has escuchado 'Motomami'. El que algunos auguraban que sería el disco que destrozaría su carrera se ha convertido en la revolución musical del año. Porque Rosalía sigue siendo Rosalía. La misma que puso la canción española en el mapa con 'El mal querer'. La que lo petó a nivel planetario con su 'trá, trá'. La que nos puso a bailar reggaeton mientras dábamos palmas. A la que criticaron por 'venderse' a la industria. A la que volvieron a criticar por sus letras. La misma que les ha dado a esos que desconfiaban de su talento un bofetón sin manos con su nuevo trabajo.

De este esperadísimo álbum que suma a hits ya requetesonados como 'Saoko', 'Chicken Teriyaki' o 'La fama' nuevos descubrimientos como 'Hentai', 'Delirio de grandeza' o 'Sakura' ha hablado largo y tendido en una entrevista para Apple Music que puedes ver en el vídeo que abre esta noticia. En esta charla con Zane Lowe, Rosalía se reconfirma como la estrella que es al hablar de su proceso de creación, de su crecimiento como productora y creadora y del salto de gigante que ha dado a nivel profesional con 'Motomami'.

Pero la catalana también ha hablado del impacto que ha tenido el éxito en lo personal. Muy consciente de la presión que implica llamarse Rosalía, cuando se sentó a preparar este tercer disco siempre tuvo claro que no tendría prisa en sacarlo. "Necesitaba conectar con ese impulso, no quería hacer un álbum sólo porque ahora es el momento de hacer un álbum. No, yo no trabajo así. Tardé una eternidad con las mezclas para conseguir que estuviesen exactamente donde yo quería", ha explicado.

Aunque ella también vive en esta loca realidad en la que todo el rato 'pasan cosas', nunca cayó en la dinámica de seguir la corriente de la industria. Con 'Motomami' buscaba algo "preciso", "enfocado", que no fuese un trabajo hecho "de cualquier manera". Y así lo han valorado sus fans, que han dado un 'sí' rotundo a las 16 nuevas canciones de su ídolo.

Sin embargo, para llegar hasta este punto, Rosalía tuvo que "desaparecer". Con todo lo que eso implicó. "Necesitaba concentrarme para hacer un álbum como 'Motomami', poner toda mi energía para crear", le ha contado a Lowe en este encuentro. Durante esos largos meses volcada en sí misma, su madre se llegó a preocupar por ella. "Literalmente no hago descansos porque siento que para trabajar a cierto nivel, para obtener cierto resultado, realmente necesitas sacrificarte", le justificaba.

"Estar lejos de la gente que quiero durante casi dos años" ha sido un ejercicio al que jamás se había sometido en 28 años. Y no cree que vuelva a someterse a algo así. "Fue muy duro. Este es el álbum más duro que he tenido que hacer, seguro. Tuve que pasar mucho tiempo escribiendo sola en casa, estando en una habitación sola, escribiendo, escribiendo, escribiendo y escribiendo, tratando de encontrar los sonidos correctos, tratando de encontrar la producción correcta, el arreglo correcto".

Con estas declaraciones, es fácil empatizar con el peaje que implica mantener el nivel de una trayectoria como la de Rosalía, que, por muchas estridencias que nos muestre en su Instagram, ha estado meses trabajando 16 horas sin parar para que ahora, hoy, el mundo entero juzgue el resultado. Y sí, ese "sacrificio, dedicación, sangre, sudor y lágrimas" ha merecido la pena.