No hay grandes distancias entre el Diego Losada que se pone al frente de la actualidad desde el plató del programa de televisión que conduce en Cuatro, 'En boca de todos', y el que se sienta relajado en un sofá, pide un vaso de agua y se dispone a una charla larga y sin filtros. Ambos Diegos sonríen mucho, gesticulan mucho, mantienen el buen humor y la amabilidad aún cuando el entorno, la actualidad de las noticias, los problemas técnicos o las preguntas del periodismo lo puedan alterar por dentro. "Mi cable a tierra son mis amigos, que son los mismos de toda la vida. Ellos me ayudan a mantenerme fiel a mis principios y al lugar de donde vengo", confiesa.
El lugar de donde viene es Galicia. Allí están sus padres, que según cuenta, lo apoyaron desde el principio con la elección de su carrera como periodista y por esa razón se considera un afortunado. Su papá no se pierde ni una de sus apariciones en cámara. Su mamá es la encargada de elogiarlo pero también de criticarlo. "Siempre me dice que sonría más", cuenta.
Se define como un hombre tímido y reservado pero su histrionismo nato lo ha empujado al centro de la escena. No solo está en la televisión sino que también se sube a escenarios para tocar con su banda, Durden. ¿Un rockstar en potencia? "Yo soy el peor de la banda, lo cual es un lujo", suelta con una mezcla de humildad y orgullo porque su grupo no para de crecer. Han estrenado una nueva canción, "Huracán" y se encuentran en plena promoción de su trabajo. "Soy periodista de profesión pero espero seguir haciendo las dos cosas en paralelo. La música es mi momento espiritual, es mi terapia".
Desde hace meses, un rumor crece en torno a su vida amorosa: que está en pareja con la actriz Paloma Bloyd, noticia que ha sido confirmada por una fotografía tomada de lejos, de baja calidad pero contundente: ambos pasean juntos por las calles de Madrid. Ninguno ha querido pronunciarse al respecto, pero alguna pista han dejado caer en Instagram: en un post en la cuenta de Paloma, pasea en moto con un hombre que lleva cubierta la cara por un casco. Quienes conocen de cerca a Diego, saben que es él: la pose, la altura, la cazadora de piel y la moto, una de sus pasiones. El no lo negó pero tampoco lo confirmó.
Consultado por Divinity, el periodista prefirió aclarar lo obvio: que no quiere hablar públicamente sobre su vida sentimental. "Lo que más me enamora es hablar de mi trabajo", soltó con una sonrisa diplomática. Pero luego admitió lo lejos que está de sentirse cómodo mostrando esa parte de su cotidianidad: "Me sorprende que a alguien pueda interesarle". Fuera de eso, y aunque admite que quizás a veces "mostró de más" en las redes sociales, dice llevarse bien con la fama: "Es parte de mi trabajo".